Un estudio publicado Journal of the National Cancer Institute en Estados Unidos prevé un incremento del coste global del cáncer de un 27 ciento para el año 2020. El aumento de la supervivencia de los pacientes con cáncer se postula como una de las principales razones. ¿Serán capaces nuestros sistemas sanitarios de hacer frente a este incremento?
Según las estaciones de este estudio, los costes relacionados con el cáncer en estados Unidos ascendieron a 124,57 billones, y la previsión para el año 2020 es que esta cifra aumente hasta los 157,77 billones, lo que supone un aumento del gasto en un 27 ciento. Estas estaciones están hechas teniendo en cuenta los niveles de incidencia y costes actuales. Pero una segunda previsión, basada en las tendencias actuales del cáncer bajada de la incidencia y aumento de la supervivencia sitúa el gasto en 165,21 millones. El mayor gasto, tipo de cáncer, en 2010 le ocasionó el cáncer de mama, seguido del colorrectal, linfoma, pulmón y próstata.
El mayor incremento proyectado tipos de cánceres es para los cánceres de mama y de próstata respectivamente. La causa se debe, según apunta el estudio, a la mayor supervivencia de los pacientes que padecen estos dos tipos de tumores.
Una conclusión está clara, aunque la incidencia de la mayoría de los cánceres está bajando excepto en el de melanoma y riñón, el aumento del número de largos supervivientes es una da las principales razones de este aumento.
El propósito de este estudio fue estar y proyectar el coste que supone para la atención médica norteamericana sobre el cáncer para el año 2020 teniendo en cuenta los 13 tipos de cáncer en hombres y 16 tipos de cáncer en mujeres más comunes. Para ello se han utilizado las proyecciones más recientes disponibles entre la población de EE.UU. y la incidencia de cáncer, la supervivencia, y el coste de los tratamientos.
En la mayor parte de los países desarrollados el cáncer es la segunda causa principal de mortalidad después de las enfermedades cardiovasculares, y los datos epidemiológicos muestran el comienzo de esta tendencia en el mundo menos desarrollado. Este es el caso de España. El envejeciento de la población y la mayor supervivencia de los enfermos de cáncer, han supuesto un aumento significativo del número de pacientes con esta patología. Cada año su incidencia aumenta en nuestro país, pero también disminuye su mortalidad. En la actualidad el tumor más prevalente de forma global a cinco años es el de mama seguido del colorrectal en mujeres, y el de próstata en hombres.
Desde 1990, el riesgo de muerte cáncer está disminuyendo en prácticamente todos los países de la UE. Las causas de la disminución en la mortalidad cáncer no están claras. Fundamentalmente, este descenso se debe a la disminución de la mortalidad en dos tipos de tumores que causan un número elevado de defunciones: cáncer de pulmón y cáncer de mama. Aún así, para el año 2015 se diagnosticarán 220.000 pacientes con cáncer, según datos elaborados SEOM.
Los costes sanitarios del cáncer están dominados los costes de la asistencia intrahospitalaria y los costes de los fármacos representan alrededor del 15 ciento del gasto sanitario total para el cáncer. El coste indirecto es un aspecto tante y la productividad perdida asociada a muchas preocupaciones supone una carga enorme en la sociedad española. Resulta preocupante que la introducción de nuevos antineoplásicos innovadores dará lugar a un aumento del coste de los fármacos contra el cáncer, tanto en términos absolutos como en cuanto a la proción que representan de los costes sanitarios totales. En este punto cabría preguntarse si el aumento de la prevalencia del cáncer y el aumento del coste de su tratamiento serán factores que hagan tambalear al sistema sanitario.
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