Dos periodistas menores de 30 años se hacen en la 72 edición con el Premio Larra de la APM. El empate en el número de votos ha hecho que la casa de los periodistas conceda este año el premio Larra a Ángel Sastre ‘free lance’ y a Idoia Sota que escribe desde hace años en varios medios, entre ellos ‘El Mundo’.
La junta directiva de la Asociación de la Prensa de Madrid ha fallado sus premios anuales en la 72 edición. Por lo que este año el Premio Rodríguez Santamaría, que reconoce toda una trayectoria profesional, ha sido para Enrique Meneses. El veterano periodista ha sido testigo de prera mano de hechos históricos tan tantes como el discurso del líder estadounidense pro derechos civiles Martin Luther King en la explanada de Washington en 1963, o a los revolucionarios cubanos en Sierra Maestra.
El galardón al periodista más destacado del año –el Víctor de la Serna es para el corresponsal del diario ‘El País’ en Irán Ángeles Espinosa. La junta ha reconocido el seguiento de la actualidad iraní desde una corresponsalía con enormes obstáculos y la brillantez de sus crónicas.
El Javier Bueno, para Cristina Gallach. Este reconociento es para los profesionales sobresalientes en un área especializada, y Gallach desde hace años desarrolla su carrera profesional en Bruselas como tavoz de Javier Solana en su etapa como secretario general de la OTAN y en la Comisión Europea.
Los jóvenes están pisando fuerte en la profesión. Prueba de ello es el empate entre dos compañeros para el Premio Larra –reconoce el trabajo de los menores de 30 años. Por lo que este año los galardonados son Ángel Sastre ‘free lance’ y corresponsal en Sudamérica en CNN+, la cadena radiofónica Onda Cero y el diario ‘La Razón’ e Idoia Sota que desde hace años escribe para ‘Crónica’ y ‘La Otra Crónica’, además para el periódico de Unidad Editorial, donde ha investigado, de forma paralela al propio Vaticano, y desvelado en el últo año la verdadera y escabrosa historia de Marcial Maciel, fundador y líder espiritual de los Legionarios de Cristo.
El Premio Miguel Moya, que se otorga como reconociento a una labor amplia y destacada dentro del campo periodístico, realizada una persona no específicamente periodista, ha recaído en el magistrado emérito del Tribunal Supremo y vicepresidente que fue del Tribunal Constitucional, Rafael de Mendizábal Allende, su contribución destacada a la jurisprudencia en torno al artículo 20 de la Constitución que consagra la libertad de expresión y al desarrollo de un amplio marco doctrinal para el ejercicio de la libertad de información.
Y para terminar, el premio más castizo a los periodistas conocidos como de local, el Premio Francos Rodríguez, que es para Alfredo Amestoy, la brillantez y creatividad de su trabajo profesional durante muchos años, une una singular pasión Madrid, concretada en su permanente recuerdo y homenaje a la figura de Mariano José de Larra.
Ya conocemos a los galardonados, aunque la tradicional ceremonia de entrega de premios no tendrá lugar hasta el próxo mes de junio en la Real Casa de Correos.
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