La Comunidad de Madrid está llevando a cabo varias actuaciones encaminadas a la elinación de cinco puntos negros en las carreteras que unen los municipios de Arganda del Rey, Campo Real, Pozuelo del Rey, Torres de la Alameda, Loeches, Tielmes o Valdilecha. En total, el tratamiento de estos conocidos puntos negros en las carreteras del Sureste beneficiará a 75 mil madrileños.
El consejero de Transtes e Infraestructuras, José Ignacio Echeverría, ha indicado que el Gobierno regional no escatará nunca esfuerzos para mantener los niveles de seguridad vial que exige una región como la madrileña. Así lo ha asegurado con motivo de su visita a los tramos en los que se está actuando y que están situados en las carreteras M220, M219, M209 y M822.
Las obras, que afectan a los vecinos de siete municipios, suponen una inversión que supera los 4,6 millones de euros.
Al respecto, la Consejería de Transtes e Infraestructuras ya ha elinado uno de estos tramos de concentración de accidentes en la recién remodelada M220 entre Campo Real y la A3, y está a punto de finalizar las obras de la M209, entre Arganda del Rey y Campo Real, donde se ha mejorado el trazado y se ha rehabilitado el firme para mejorar los niveles de seguridad en la zona. Esta actuación, sobre la M209, va desde el punto kilométrico 1 al final del punto kilométrico 2 y del punto kilométrico 3 al 4, y supone la supresión de dos puntos negros.
Los otros dos tramos peligrosos a elinar se sitúan en las intersecciones de la M219 con la M220, y de la M822 con la M220. En ambos casos se trata de cruces muy peligrosos en los que se registra un alto índice de siniestralidad y donde se va a proceder a la sustitución de la actual intersección en X una intersección en T que contará con carriles centrales de espera para giros a la izquierda y carriles de aceleración y desaceleración.
Hay que destacar en diciembre el Gobierno reabría al tráfico los casi 9 kilómetros de la M220 que unen el municipio de Campo Real con la carretera de Valencia (A3) y donde se ha empleado un novedoso sistema de asfaltado de larga duración y bajo manteniento, solamente empleado en nuestro país para el asfaltado de las pistas del Aeropuerto de Barajas y del circuito de urbano de Fórmula 1 de Valencia.
Se trata de una mezcla con alto contenido en betún y de mayor grosor que permite alargar la vida de la carretera de los 20 a los 30 años. La obra ha incluido la mejora del trazado de una curva peligrosa a través de una nueva variante, todo con el objetivo de mejorar la seguridad de una zona muy transitada vehículos pesados. A esto hay sumar la mejora realizada en el tramo de 1,1 kilómetros en el acceso de Torres de la Alameda desde Campo Real. Concretamente, aquí se ha ampliado la calzada, se han construido aceras y se ha mejorado la señalización tanto horizontal como vertical con el objetivo de adaptarla al carácter urbano de la travesía, tal y como indican desde la Consejería.