- ¿Por qué Wikileaks ha hecho el trabajo que le correspondía al periodismo? ¿Por qué El País se vanagloria de haber publicado los cables cuando ignoró esa misma información años antes? ¿Por qué la web de filtraciones no publica nada sobre la relación entre EE.UU e Israel?
Esta y otras cuestiones fueron debatidas ayer en el Foro Viento Sur.
Javier Couso, hermano de cámara asesinado en Irak, José Couso; Olga Rodríguez, periodista y testigo en el caso Couso; Roberto Montoya, periodista de Viento Sur; y Víctor Sanpedro, catedrático de Comunicación Política de la Universidad Rey Juan Carlos, debatieron ayer la tarde el fenómeno de Wikileaks en un foro organizado Viento Sur y celebrado en la sala Fabricantes de Sueños.
¿Por qué los cables de Wikileaks han conmocionado al mundo? Esta fue la cuestión clave sobre la que se armó el debate. Olga Rodríguez hizo hincapié en que en su mayoría los cables publicados contenían información ya conocida, en muchos casos ya publicada, pero que sin embargo no habían llegado a los mass media, como es el caso de los papeles de Afganistán. ‘Esperábamos más, la mayoría de las cosas ya se sabían’ dijo.
Igual sucedió en el caso de Irak. ‘Ya se había publicado que soldados españoles torturaron a gente en Irak, pero ahora pacta que lo dice Washington’ apuntó la periodista. Rodríguez se mostró muy crítica con los mass media, cuyas redacciones califica de ‘adormecidas’. ‘Cada vez hay menos hueco en los mass media para hacer verdadero periodismo’ lamentó.
El peso de sus críticas las centró sobre el diario El País, que se ‘vanagloria’ de haber publicado los cables de Wikileaks. ‘Que El País publique los cables no significa que haga buen periodismo’ aseveró. Olga Rodríguez calificó de vergonzoso que no haya sido el propio diario el que desvelase la información sobre el caso Couso o los vuelos de la CIA antes de que le llegasen los documentos.
‘A El País le han tado una mierda los vuelos de la CIA y el caso Couso’ reprochó la periodista, argumentando que el diario no se hizo eco de las declaraciones de la militar estadounidense que sacó a la luz que el Hotel Palestina fue atacado pese a que se sabía que sólo había periodistas. ‘Ahora como tiene la exclusiva de Wikileaks sí que lo saca’ comentó.
Javier Couso también mostró desconfianza en los mass media y dijo llevarse una sorpresa cuando los cables de Wikileaks pasaron a manos de estos. ‘Yo no tengo tanto miedo a Intereconomía como a Prisa’ aseguró. Couso reconoció que Wikileaks ha ayudado mucho a que se sepa más del caso de su hermano, aunque no tanto en el terreno judicial. ‘Nos ayudó que se supiera que los militares estadounidenses no disparan sin una orden’ dijo refiriéndose al vídeo que catapultó a la fama a la web de las filtraciones, ‘Collateral damage’, aunque recalcó que ‘estos dos militares no han sido encarcelados’.
Pero pese a que Wikileaks ha sido de gran ayuda para su caso, reconoce que en la web no es oro todo lo que reluce. Como ejemplo puso que su cifra de muertos en Irak es de cien mil cuando la cifra real alcanza el millón. Además mostró recelo ante la falta de cables sobre la relación entre Estados Unidos e Israel. ‘Quiero ver los cables de la invasión al Líbano’ afirmó.
Víctor Sanpedro continuó en la línea de la crisis de identidad que sufre en la actualidad el periodismo y la necesidad de medios alternativos que cuenten la verdad. Por eso destacó la tancia del modelo de Wikileaks a este respecto y señaló la posibilidad de que se extiendan este tipo de webs. También desaprobó la autopromoción que se hizo El País al conseguir los cables. ‘El País creyó durante 72 horas la teoría del PP del 11M, dejó pasar cuatro años la teoría de la conspiración. Esto invalida que ahora diga que los medios tradicionales han vuelto a resurgir y a ganar su posición’ explicó. Sanpedro ensalzó la labor de algunos pequeños medios como propublica.org, ganadores del Pulitzer en 2010 un trabajo de investigación sobre el Katrina.
Roberto Montoya reconoció que los cientos de miles de cables de Wikileaks tienen mucho valor, pero se mostró bastante escéptico sobre la independencia de esta web y del propio Julian Assange. Montoya señaló que Global Research ha publicado cables de conversaciones entre Freedom House y Assange en 2007 donde el hacker pedía asesoramiento a este organismo, creado Eleanor Roosevelt y que ‘perseguía a los comunistas’, para montar la web. También se preguntó qué no hay cables que realmente comprometan a Estados Unidos, puesto que se habla de la política exterior en torno a los países árabes, ‘debilitando la estructura de los mismos’, pero ‘se dice muy poco de Israel’ ejemplo.
También condenó que Wikileaks se haya aliado con los medios tradicionales: ‘Estamos en manos de los mismos medios de comunicación que nos intoxican todos los días’. Como argumento explicó que The New York Tes negoció con el departamento de Estado la publicación de más de cien cables comprometidos.
Montoya expuso la relación entre la publicación de los papeles de Afganistán coincidiendo con el ‘rifirrafe’ entre Obama y el general Mc Chrystal, que terminó siendo destituido. ‘Quizá al pentágono le interesaba quitarse de enca a gente interna’ dedujo el periodista.
Igualmente sospechó de la integridad de la figura de Assange, un personaje que no trata de ocultarse en las sombras sino más bien lo contrario. Roberto Montoya recordó que el hacker australiano fue premiado The Economist, que tiene en su accionariado una banca a la que casualmente pertenecen los tres abogados de Assange.
Como conclusión a este debate, los ponentes coincidieron en el valor de Wikileaks, que aparece en un momento en el que el periodismo sufre una tante crisis y en el que los mass media no invierten en información sino en espectáculo. Aunque insistieron en que la web de las filtraciones no es la panacea.
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