‘Sueño con un horizonte en 2020 en el que no haya ningún muerto accidente de tráfico en autopista’, ha señalado el director general de Tráfico, Pere Navarro, quien ha querido transmitir un mensaje de optismo a la sociedad, aunque recalcando que todavía tenemos una tarea pendiente: la velocidad. ‘El mal de nuestra época está en las prisas’, ha querido recordar con motivo de su participación en la Tribuna del RACC.
Tal y como ha dado a conocer Miquel Nadal, director de la Fundación RACC, en 2009, la posibilidad de que un español muriese en un accidente de tráfico era de 5,7; se trata de una reducción de algo más de la mitad si lo comparamos con 2001, cuando la tasa de riesgo era de 13,6. Algo menos que en la media europea pero todavía superior a la que registran los grandes como Holanda, Suecia o Reino Unido, con una tasa de riesgo inferior al 3,8. ‘La probabilidad de que muera en accidente de tráfico, a pesar de lo que ha mejorado, es todavía un 50% superior respecto a los países más avanzados’, ha destacado el director de la Fundación.
Frente a esto, el director general de Tráfico, Pere Navarro, ha querido hacer un repaso los logros obtenidos en los últos diez años y los avances de este 2010. Aún así, ha recalcado que ‘no debemos olvidar que hemos tenido 1.730 fallecidos en las carreteras’ durante el pasado año, un 57,5% menos que en 2001, cuando se contabilizaron 4.067 muertos; y que ‘seguos teniendo 8.000 heridos graves.
En este sentido, el director de Tráfico ha destacado que cada vez usamos más el casco, nos ponemos menos al volante tras haber bebido y que nos abrochamos más el cinturón. En este punto, se ha mostrado contundente al asegurar que la cifra de fallecidos en accidente de tráfico que no llevaban el cinturón de seguridad puesto irá aumentando en las próxas estadísticas que ‘los que se matan son los que no lo llevan’. Así, en 2010 se registraron 235 fallecidos que no lo llevaban puesto, el 25% del total.
Con todo ello, Pere Navarro ha recalcado la necesidad de proteger a los usuarios vulnerables como niños, ancianos, peatones y motoristas, al tiempo que ha indicado que también es necesario abordar el tema de las ciudades, ya que el 54% de los accidentes de tráfico con víctas son en zona urbana, nada menos que 47.456 accidentes mortales en 2009 y 584 fallecidos. Asismo, 5.175 eran heridos leves y 56.863 eran heridos graves. ‘Si todos cumplos y llevamos los cinturones, podrá haber golpes de chapa pero no muertos’, ha señalado.
En esta línea, el director general de la DGT ha abordado la apuesta de las firmas automovilísticas y las novedades tecnológicas, poniendo como ejemplo a la marca Volvo, cuyo objetivo en 2020 es que ninguno de sus clientes fallezca a bordo de uno de sus vehículos. Al respecto, Navarro ha indicado que sueña con un horizonte en 2020 en el que no haya ningún muerto accidente de tráfico en autopista. Y es que ‘somos buenos autopistas’, ha añadido.
Respecto a los radares, el director de Tráfico ha reconocido que ‘seguos colgados del tema de la velocidad’. ‘Si todos respetáramos los límites, evitaríamos 1 de cada 3 fallecidos accidente de tráfico’, revela. Aquí, se ha referido especialmente a los límites marcados en otros países. Así, en 2004, Dinamarca decidía subir la velocidad de 120 a 130 km/ en autopistas y veía que sus fallecidos aumentaban en un 20% inducción. De hecho, ha indicado que hay otros países de la UE que cuentan con límites inferiores, como Gran Bretaña, donde es 111 km/h en autopista; o Suecia, con 110. ‘No comentamos el error de tocar las cosas que funcionan’, ha señalado.
Igualmente ha mencionado su colocación. Según Navarro, sólo el 8% de los accidentes con víctas son en estos puntos. ‘No nos obsesionemos con los puntos negros’, ha pedido a la hora de afirmar que también se ponen en rectas y vías rápidas, donde nadie discute la velocidad. ‘Si es 120 es a 120’, ha añadido. A esto hay que sumar el aumento de la accidentalidad que han registrado las autopistas, 15 muertos más que en el 2009. ‘Nos da la presión de que ha habido cierto relajo en el cumpliento de la velocidad’, ha afirmado.
Para finalizar, el director de la DGT ha señalado que ‘los radares están al servicio del ciudadano’ y ha concluido que ‘son la seguridad de ellos’.
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