02/02/2011 ENTREVISTA PRLATAM A finales de noviembre saló a la venta en México el Manual de Autoprotección para Periodistas, que ofrece a los reteros claves para realizar coberturas más seguras para, así, intentar reducir el número de muertes de informadores en uno de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo. prlatam ha hablado con su autor, Andrés Solís.
¿Cuál es el objetivo del manual?
La situación del periodismo en Latinoamérica es complicada, con agresiones permanentes a periodistas. México, de acuerdo con las estadísticas de RSF, Artículo 19 y otras organizaciones, ocupa los preros lugares en agresiones a medios y periodistas. Más allá de que nosotros elegos una profesión arriesgada existe una falta de entrenamiento para hacer coberturas seguras. El manual intenta ofrecer a los periodistas herramientas básicas en seguridad personal y de cómo realizar coberturas seguras en el caso de un operativo policial, situaciones de desastre o grandes movilizaciones sociales.
¿Cómo se puede convencer a un periodista de que ciertas informaciones no merecen la pena el riesgo que conllevan?
La verdad es que somos muy necios. Cuando la gente corre en un sentido nosotros tenemos que correr en el otro que vamos tras la información. Es tante tener una herramienta de conocientos básicos, de ‘qué hacer en caso de…’. Saber que no somos personas especiales y que las balas también nos pueden matar. Hay que establecer protocolos para que cuando haya que cubrir una situación de riesgo podamos hacerlo de la mejor manera. Que tengamos más claro que al ir a cubrir un tiroteo en la calle tenemos que ubicarnos de una manera estratégica para poder atestiguar el enfrentamiento sin poner en riesgo nuestra seguridad.
¿Protegen los medios suficientemente a sus trabajadores?
Esta es una de las motivaciones del libro. A las empresas de medios no les preocupa la integridad de sus periodistas. Esto se refleja desde las situaciones laborales. No hay un seguro de vida; de gastos médicos; a veces no hay ni un salario fijo, se paga comisión o información publicada; y si vas a regiones pequeñas del país, la situación se recrudece. Ante el desinterés de los empresarios había que tratar el tema. No pretendo evangelizar a los empresarios, pero sí que nosotros desde el gremio tengamos mejores herramientas para un trabajo más seguro.
Este fin de semana se puso en marcha la línea telefónica de emergencia para periodistas. ¿Qué opinión le merece?
El Estado mexicano está haciendo cosas interesantes pero no tiene claro dónde aterrizar. El gobierno federal creó una Comisión de Protección para Periodistas cuyo presupuesto no se ha dicho cómo se va a gastar: si habrá ayudas para las familias de los periodistas asesinados o para periodistas que queden en situación de discapacidad. No hay reglas claras sobre el protocolo de protección. A lo mejor si recibo una amenaza, podría funcionar esa línea, pero no sabemos quién se encargaría del caso que los delitos que se cometen contra periodistas no son federales, sino que están catalogados el fuero común, y la autoridad federal no tiene facultad de investigación, así que el protocolo no es muy efectivo. Además, aunque eres la vícta, prero tienes que demostrar que eres periodista y que la agresión la sufriste en tu desempeño profesional. Es un doble absurdo. Siento que es una cuestión para la foto. En los últos diez años 64 periodistas han sido asesinados y hay 12 desaparecidos y nadie ha pisado la cárcel. Otro detalle es que 7 de cada 10 agresiones vienen de la autoridad, que se convierte en juez y parte, lo que no hay garantías.
Respecto a ese Comité, ¿qué piensa de que los periodistas no formen parte del mismo?
No sé si los periodistas tengamos que estar en un Comité para la protección de nosotros mismos. Tenemos que empezar la autoprotección. Por eso escribí el manual. Tampoco ponernos en el papel de mártir y dejar que la autoridad que sea la que resuelva. Quizá si el Comité fuera una iniciativa gremial con apoyo del Estado, sería más efectivo. Yo no confío mucho en las organizaciones que también hay muchos pleitos entre ellas y no trabajan de manera conjunta. Parece que están más preocupadas de ver quién va a obtener los recursos que en hacer el trabajo conjunto. Ninguna de las organizaciones, tanto nacionales como internacionales, existentes en México me apoyó en la edición del manual.
¿Y qué opina de la medida de decretar ley el periodismo como profesión de alto riesgo?
La constitución establece que el Estado tiene que garantizar el libre ejercicio de la profesión. Si nos consideran una profesión de alto riesgo o no, es secundario. Los artículos 6 y 7 de la Constitución mexicana establecen el derecho a la libertad de expresión y acceso a la información. Es un mandato constitucional. No tenemos que ponerle más apellidos.
En 2010 hubo doce periodistas asesinados en México. ¿Habrá mejoría en 2011?
Espero que sí, que podamos incidir en la conciencia del gremio, que aprendamos a cuidarnos mejor y exijamos mejores condiciones laborales, que las empresas se involucren, aunque no nos paguen más salario, pero que nos den seguridad social, un seguro de vida, etc. Tiene que ser un esfuerzo conjunto: que las autoridades investiguen los crímenes cometidos contra la prensa, que las empresas tomen mayor conciencia de que no pueden permitir que sus trabajadores sean víctas de agresiones, que los periodistas aprendamos a hacer coberturas más seguras y a identificar una amenaza, que los medios publiquen que un periodista es amenazado y conseguir que la sociedad se conduela cuando esto sucede que también se está agrediendo el derecho del ciudadano a saber. Cuando matan un periodista en México la gente no sale a las calles, como sucede en Rusia y Argentina.
¿Cómo van las ventas del libro?
Van bien. De momento sólo está en México, aunque próxamente haré una presentación en Honduras, donde se va a hacer también un taller de autoprotección para los reteros.
Seguiremos informando…
