Parece que el hasta ahora todo poderoso correo electrónico comienza a dar síntomas de enfermedad mortal. Desde diciembre de 2009 en que se alcanzó el pico de utilización de sitios email para intercambiar comunicaciones, las cifras no dejan de descender y según un estudio realizado la compañía americana comScore, en el periodo de noviembrediciembre de 2010 el uso de estas páginas sólo ha crecido entre los usuarios de más de 55 años. En el resto de rangos de edad, entre los 12 y los 54 años, el estudio afirma que ha disminuido el uso del correo electrónico casi un 35%, siendo más acusado el descenso entre los 12 y 17 años y entre los 35 y los 44. Las redes sociales y la mensajería instantánea mediante dispositivos móviles como iPhone y teléfonos Blackberry comienzan a matar a la estrella de las comunicaciones, el correo electrónico.
Pero es que además el correo electrónico podría morir también vícta de su propio éxito. El hecho de que casi no se conciba un puesto de trabajo sin acceso al correo electrónico ha provocado para todos los que nos enfrentamos cada mañana a la pantalla del ordenador o al buzón de nuestros dispositivos móviles, que tengamos que hacer acopio de paciencia y buen humor para no perder los nervios ante la avalancha de correos recibidos. La publicidad sin control, las cadenas de mensajes de lo más variopintos, chistes, peticiones de auxilio, la publicidad de las cincuenta últas empresas con las que te has intercambiado el correo y un largo etcétera de basura digital, hacen casi invisibles los mensajes tantes, los que contienen información significativa, los que incluso no verlos a tiempo pueden provocar la pérdida de un cliente o un serio problema con tu jefe. Es evidente, el éxito también comienza a matar a la estrella de las comunicaciones, el correo electrónico.
Este hecho provoca en nosotros algunas reflexiones como profesionales de la comunicación y como observadores de la tancia, cada vez mayor, de las redes sociales en la publicidad, el g y el mundo de la empresa en general. Como profesionales de la comunicación, cada vez, con más frecuencia, tenemos que atender las necesidades “on line” de nuestros clientes. Esto nos obliga a estar muy atentos a cada uno de los cambios que se producen en este mundo en constante evolución. El correo electrónico se ha manifestado hasta ahora como la herramienta más útil para estar en contacto con clientes, proveedores y periodistas; y sin embargo todo eso podría cambiar. Las redes sociales y más concretamente las redes profesionales se perfilan como el nuevo medio para comunicarse y compartir información. También son cada vez más interesantes para el g de las marcas y de las ideas, pero con nuevos códigos. Adiós al bombardeo indiscrinado, las marcas, los políticos y hasta las estrellas, ahora tienen que dialogar. Quien no esté dispuesto a cumplir esta máxa, es mejor que se quede al otro lado del charco 2.0.
Pero también nos surge otra reflexión que tiene que ver con la fugacidad y el constante cambio que experenta la industria “on line”, esto, sin duda, requiere un esfuerzo igual de constante parte de profesionales de todos los ámbitos para ser capaces de responder a los retos que plantean estos cambios. También es una gran otunidad para los jóvenes que se están formando en este momento, ya que cada día surgen demandas de nuevos puestos de trabajo relacionados con el desarrollo del mundo “on line” y sus aplicaciones en el mundo real.
De la misma forma y con idéntica rapidez, lo que ayer era un gran valor en el mercado, mañana puede no valer nada, pero eso no es nada nuevo en este “loco mundo del mercado libre” así que no valen excusas, lo que toca es ponerse las pilas y aplicarse a fondo a experentar los cambios estulantes y los que no lo son tanto, con educación, spatía, capacidad de diálogo y elegancia, vamos nada nuevo… Video killed the radio star…
Gerardo López
Director de Cuentas de COMCO Comunicación Integral