23/02/2011 PRLATAM 115.942 SUSCRIPTORES El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco archivó hace dos días la causa que investigaba la muerte de Ricardo Ortega. Borja Bergareche y Jesús Martín Tapias, llamados a declarar en este caso, han hablado con prnoticias sobre el mismo.
DÉBORA RAMÍREZ El periodista de Antena 3 Ricardo Ortega perdió la vida en Haití el 7 de marzo de 2004 a causa de un disparo. Tras varios años de investigación el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha decidido cerrar el caso debido a que no puede determinar el autor de aquel disparo. Se manejaban dos teorías: que el tirador fuera un miliciano partidario del ex presidente Aristide o que se tratara de un militar estadounidense, ya que según algunos testigos varios vehículos militares se encontraban la zona.
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La justicia haitiana determinó que la muerte fue causada militares extranjeros pero cerró el caso al no poder identificar a los responsables. En España el caso se reabrió en 2008 y el juez Pablo Ruz llamó a declarar a los padres de Ortega, José Luis y Charo, y a los periodistas Borja Bergareche y Jesús Martín Tapia. Además pidió a la Guardia Civil un atestado de lo ocurrido y solicitó al CNI que atara la información sobre su visita a Haití en 2005. También pidió a Estados Unidos que llamara a declarar al periodista herido Michael Laughlin y a la justicia haitiana que autorizase una comisión judicial, que nunca ha llegado a realizarse.
‘Creo que el auto del juez Velasco ha sido muy minucioso, lo que he podido ver es pecable. La Policía y la Guardia Civil han hecho una investigación bastante exhaustiva. Sin embargo creo que falta algo. Una de las cosas que pidió el juez Pablo Ruz cuando reabrió el caso en el año 2008 es que se hiciera una comisión rogatoria para que una comisión del juzgado número 6 de la Audiencia Nacional pudiera trasladarse a Puerto Príncipe a hacer una inspección visual de dónde se había producido la muerte de Ricardo Ortega. Esto es lo que no se ha hecho y yo no entiendo muy bien qué. Creo que el juez Pedraz con el caso de Couso ha establecido un buen precedente para una causa silar. Estas cosas es mejor verlas in situ’ afirma Jesús Martín Tapia.
El periodista realizó un retaje para Antena 3 sobre la muerte de Ricardo Ortega trasladándose al lugar de los hechos, desde donde la visión de lo acontecido era mucho más clara. ‘Una de las hipótesis que planteamos en un principio fue la de un posible francotirador en un edificio justo en frente del callejón donde fue tiroteado Ricardo. Por la altura y la trayectoria de la bala desechamos aquella hipótesis. Nos pareció mucho más verosímil la posibilidad que apuntaban los testigos de que en ese momento pasaran vehículos militares norteamericanos que patrullaban la zona que les habían avisado que había periodistas atrapados en un callejón y que un soldado escuchando ruido en el callejón y sin ver muy bien lo que ocurría dentro disparó’ dice.
Jesús Martín Tapia mantiene que la investigación del juzgado ha sido pecable pero cree que ‘se podía haber hecho más en la búsqueda de la verdad de lo que le pasó a Ricardo Ortega’. ‘Se vincula el tipo de bala que mató a Ricardo Ortega con la que hirió al soldado norteamericano. El periodista norteamericano Michael Laughlin fue herido una hora antes que Ricardo Ortega y en circunstancias diferentes’ explica.
Junto a Ricardo murió su traductor y fue herido el haitiano Françua Josep, ‘posiblemente con la misma bala que atravesó a Ricardo’ precisa Martín Tapia. Michael Laughlin se llevó a Josep a Estados Unidos a que le extrajeran la bala. ‘Una de las cosas que hizo el juzgado fue pedirle a Michael Laughlin que enviara la bala y él no la ha enviado. El americano sostiene que esa bala es silar a la que le hirió a él, pero no se ha hecho esa prueba’ comenta.
Borja Bergareche opina que ‘el cierre del caso de la muerte de Ricardo Ortega es una mala noticia teniendo en cuenta que la punidad es la tónica dominante en las muertes de periodistas’. ‘La tesis más oficial decía que las balas provenían de milicias haitianas pero queda demostrada la cercanía de unidades de marines que operaban en aquel Haití tan convulso de la época. Nosotros desde el CPJ en su día hicos una petición al pentágono al amparo de la Ley de Libertad de información que nos enviaran las comunicaciones entre las unidades militares estadounidenses que operaban en la zona y nunca nos las han enviado’ afirma.
‘No tenemos una hipótesis clara sobre esta muerte pero sí creemos que había margen para que se siguiera investigando’ prosigue. Bergareche reconoce que ha habido dificultades procesales en el caso debido al caos de aquel momento, pero señala que la comisión encabezada el juez Pedraz en el caso Couso demuestra que ‘se podrían haber hecho más cosas’.
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