Y además, el periodismo deberá ser el que se adapte, ya que la popularización de las nuevas tecnologías ha hecho de este sector un campo en el caben casi todos los sectores de nuestra vida: información pura, empresas que se venden, personas que hablan con personas a través de foros, personas que buscan a personas en webs de parejas, personas que hablan a personas a través de blogs, personas que buscan sus personas en las redes sociales y se comunican a través de ellas…
Además, la masificación del uso de smartphones, con aplicaciones que permiten subir a la red casi en tiempo real fotos, vídeos o comentarios sobre las cosas que suceden a nuestro alrededor, ha convertido Intet en el transmisor de actualidad que hemos personalizado cada uno a nuestro antojo, con nuestros contactos y en nuestros muros.
Y los periodistas, entre tanto, preocupados en mantener sus puestos de trabajo en las redacciones que los periódicos no se venden como antes, que la publicidad ya no entra como antaño, que el modelo está cambiando.
Renovarse o morir. Esa es la clave. Y cuanto antes lo entienda el gremio, antes podrá salvarse. La profesión irá unida a partir de ahora al prestigio personal que cada uno sepa mantener en la red. La capacidad de sobrevivir estará muy relacionada con el emprendiento personal de cada uno, y con la monetización que cada periodista sepa aplicar a su propio valor y prestigio como profesional.
En eso estamos ya muchos. En eso deberán estar antes o después todos los periodistas que presuman de serlo.
Elena Barrios
Fundadora de ebarrioscomunicación
