- La violencia de las autoridades contra los periodistas de Yemen es cada vez más severa. Un periodista local ha sido herido en la cabeza mientras cubría los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. Seis periodistas extranjeros han sido detados.
La prensa es un testigo incómodo de las revoluciones en el mundo árabe. En Yemen la violencia contra los periodistas se intensifica estos días. Hamoud Hazza, retero de Saba news agency, fue herido en la cabeza mientras cubría los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes en Change Square en Saana el 12 de marzo. En esa misma plaza, las fuerzas de seguridad asaltaron a Saber Jaber, periodista de la agencia de noticias Prensa Marib. Abdel Salam Jaber, editor del periódico AlQadiya, fue secuestrado las fuerzas de seguridad cuando se dirigía a la plaza y permanece en paradero desconocido desde el 12 de marzo. Ese mismo día fue atacado Abdel Kar AlShaibani, retero de la televisión satélite AlHurra.
RSF alerta de que los ataques a la prensa se están multiplicando peligrosamente en el país. La Unión de Periodistas de Yemen describen estos accidentes como graves. También están incrementando las detenciones. Ayer cuatro periodistas extranjeros, dos estadounidenses y dos británicos, fueron detenidos la policía a las 7:30 de la mañana en el apartamento que compartían en el barrio antiguo de Sanaa.
Los dos británicos son Oliver Holmes, del Wall Street Journal y Walker Portia, del Washington Post. Los estadounidenses son Haley Sweetland Edwards, del diario Los Angeles Tes y la agencia de noticias AOL, y Maricich Josué, que escribe para diversos medios de comunicación, incluyendo el Yemen Tes. Según RSF, Maricich y Walker fueron detados a Etiopía, pero aún no se ha podido establecer el paradero actual de Casas y Edwards.
Las autoridades de Sanaa han justificado la detención que ‘residen ilegalmente en Yemen’. Sin embargo los periodistas habían estado viviendo y trabajando en el país desde hace varios años, hecho conocido las autoridades, incluido el Ministerio de Información. Las últas semanas habían estado cubriendo la ola de protestas que pedía la destitución del presidente Ali Abdullah Saleh, en el gobierno desde 1979.
Patrick Symmes, periodista estadounidense de la revista Outside y la revista GQ, y su fotógrafo italiano, Marco Di Lauro, también fueron detenidos poco después de pasar un control de pasates a la llegada al aeropuerto de Sanaa el 12 de marzo. Fueron detados el mismo día. Habían volado a Sanaa tras varios días de trabajo en la isla yemení de Socotra.
‘Nuestros pasates fueron incautados y pasamos 14 horas en la sala de espera, antes de meternos en un vuelo rumbo a Estambul. El responsable de prensa del Ministerio del Interior nos dijo teléfono que la agencia de seguridad nacional había decidido expulsarnos que tenía información de que veníamos a Sanaa a cubrir manifestaciones y violencia. No hemos sido maltratados físicamente, pero si hemos sentido claros indicios de que podría haber sucedido. Nos devolvieron los pasates una vez en el avión’ ha explicado Symmes a RSF. El periodista había entrado en Yemen con un visado de prensa el 1 de marzo.
‘Los arrestos y detación de periodistas extranjeros son una señal muy preocupante de nerviosismo parte de las autoridades, que está enviando una clara señal a los periodistas de medios extranjeros para que no cubran los malos tratos que las fuerzas de seguridad han estado propiciando a los manifestantes’, ha declarado Reteros sin Fronteras. ‘Este es un acto flagrante de censura que debe ser condenado enérgicamente. Después de atacar a periodistas yemeníes, las autoridades ahora quieren amordazar a los medios de comunicación extranjeros e poner un bloqueo informativo sobre los acontecientos que tienen lugar en Yemen’ ha agregado.
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