Un buen diagnóstico y tratamiento es fundamental para conseguir un adecuado control de las crisis epilépticas, aseguran los expertos. La epilepsia es una enfermedad neurológica crónica que afecta aproxadamente a 40 millones de personas en todo el mundo y a seis millones de personas en Europa. Todo el mundo puede desarrollar epilepsia, ya que se aparece en todas las edades, razas y géneros. Las crisis incontroladas y los efectos secundarios de los medicamentos plantean retos para una vida independiente, para el aprendizaje y para el empleo, lo que el objetivo de los tratamientos para la epilepsia es conseguir la libertad de crisis con los mínos efectos secundarios. Los nuevos fármacos y tratamientos son la esperanza para aquellos pacientes que viven con crisis incontroladas.
‘No hay forma de diagnosticar quien va a padecer una epilepsia’, asegura el doctor GilNagel. El diagnóstico sólo se puede producir cuando se ha llevado a cabo una crisis epiléptica prera vez. hay un 30 ciento de las epilepsias que no se controlan adecuadamente , que las crisis son relativamente severas, con riesgos de caídas o accidentes, y eso puede ocurrir tanto en la edad adulta como en la infantil, señala el epitólogo del Hospital Ruber Internacional.
Respecto a los tratamientos, sólo hay un grupo muy reducido de pacientes en los que se localizan muy bien las crisis epilépticas y que se pueden operar, ‘aproxadamente 1 de cada 20 pacientes con epilepsia’. Pero el grupo de mayor preocupación y que requiere más atención es precisamente aquel en el que la medicación no es efectiva y en los que no se puede acudir a la cirugía como tratamiento.
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