Jack Dorsey o sea @jack, no sabia muy bien cuando envió su prer “tuit”, tal día como hoy, de hace cinco años, que su proyecto se convertiría en el mas seguido en la corta historia de Intet donde doscientos millones de personas se han apropiado de la libertad de expresión y ahora, incluso, provocan revoluciones sociales. Como hemos podido leer en las agencias de noticias: el nombre de Twitter salió de la cabeza del emprendedor Noah Glash (@Noah) basándose en la definición del diccionario de Oxford: “una corta e inconsecuente sucesión de información, el piar de los pájaros”. En fin, que nos encontramos ante un fenómeno parable que trae de cabeza a los gobiernos de todos los países, pero también a los grandes poderes financieros, que no saben como evitar que los tuiteros saquen a la luz sus vergüenzas y generen, al hacerlo, un rechazo ciudadano de ámbito mundial. Por eso Twitter se ha convertido en una plataforma parable para generar noticias y difundirlas. Ahora que nuestra profesión de periodistas se ve asfixiada el paro y los ERES de las grandes empresas editoras, muchos de nosotros hemos acudido a la red en busca de un “nueva otunidad”, desde la que poder expresarse y contar las cosas que vemos o conocemos. Al menos, nadie nos quita el derecho al pataleo, que muchas veces es seguido y sobre todo apoyado muchas personas, lo cual, convierte a la herramienta creada Dorsey, en la muestra palpable de que el ser humano no ha perdido ni el sentido de la justicia, ni tampoco el de la solidaridad. Vamos, que todavía hay esperanza.
Manuel Fernando González
Editor y Director