Mientras la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se reserva, Tomás Gómez, candidato socialista a la presidencia regional, se ha puesto manos a la obra para dar a conocer sus compromisos, en el caso de llegar a gobernar tras las elecciones del 22 de mayo. A lo largo de estas últas dos semanas ha recorrido, el Hospital Gregorio Marañón, una finca de producción láctea en Guadalix de la Sierra, y ha propuesto la creación de un banco público que financien a los emprendedores y la plantación de un Consorcio de la Cultura, silar al Consorcio de Transtes de la Comunidad de Madrid, que suponga la creación de una red de centros públicos y privados a los que puedan acudir con facilidad todos los ciudadanos gracias a un nuevo abono, silar al de transtes.
Gómez ha explicado que además de la creación de esa red de centros integrada en un Consorcio hay que poner en marcha un abono mensual para ‘facilitar que cualquier ciudadano pueda acudir a cualquier centro de la red’. En su opinión, hay que ‘utilizar mejor las infraestructuras’ y que éstas giren ‘en torno a un centro de referencia nacional como es la Resad’.
Mientras Gómez recorre los municipios de Madrid lanzando propuestas para movilizar a un electorado ya de sí desencantado, en el partido no paran de abrirse frentes. Hoy hemos conocido la denuncia que el PP presentará al alcalde de Collado Villalba dar un mitin a los alumnos de un instituto sin su consentiento, la utilización de la agen del ayuntamiento de Leganés, parte de Gómez Montoya, en su precampaña electoral; y las informaciones que aseguran que muchos de los cincuenta asesores que el Ayuntamiento de Getafe tiene contratados son ‘hijos, cuñados, hermanos o novias y novios’ del entorno del alcalde Pedro Castro, según advirtió ayer el candidato del PP a la alcaldía de la localidad, Juan Soler.
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