25/03/2011 PRLATAM 115.942 SUSCRIPTORES Las organizaciones internacionales alertan sobre la proliferación de la violencia contra los periodistas en el país centroamericano. RSF, FeSP y CLibre denuncian los últos ataques.
Reteros sin Fronteras denuncia siete agresiones contra medios de comunicación opositores al golpe de Estado de 2009 en los últos diez días. El pasado 13 de marzo, el director de la radio comunitaria La Voz de Zacate Grande, Franklin Meléndez, sufrió un atentado. Según el Comité la Libre Expresión (CLibre), el autor del atentado amenazó horas después a una corresponsal de la misma emisora, Ethel Correa, quien fue advertida de ser ‘la próxa en morir’. El presunto responsable del intento de asesinato goza de total punidad.
La situación de los medios nacionales no es mejor. La retera de Canal 36Cholusat Sur, Lidieth Díaz, y su marido, David Romero, director de Radio Globo, fueron atacados las fuerzas del orden mientras cubrían una manifestación, el 21 de marzo en Tegucigalpa. Cuando intentaba hablar con los policías antotines, la periodista recibió como respuesta una bomba de gas lacrógeno lanzada a quemarropa. En la misma manifestación Sandra Maribel Sánchez, directora de Radio Gualcho, y el cámara de Globo TV, Uriel Rodríguez, recibieron disparos de balas de caucho parte de la policía.
- Honduras promete ante la ONU dar protección a los periodistas
RSF denuncia la ‘total ausencia de protección otorgada a los medios de comunicación más expuestos y vulnerables’. ‘La violación sistemática del pluralismo –dice demuestra, si aún hubiera necesidad, que la dinámica del golpe de Estado continúa’ y pide la ‘firme reacción de las instancias internacionales e interamericanas’.
Honduras superó la semana pasada el examen de la ONU. La nación se comprometió ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDHNU), en el marco del Examen Periódico Universal (EPU) del pasado 17 de marzo, a dar protección a los periodistas. La Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) recuerda que ‘las medidas cautelares solicitadas la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) continúan sin plementarse adecuadamente, lo cual contribuye a mantener y profundizar la punidad, así como la situación de riesgo en la que las y los comunicadores ejercen su labor’.
El año pasado se produjeron en el país diez muertes violentas de periodistas.
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