- Aznar ha vuelto a revolucionar los medios y a agitar el abúlico panorama político español. Lo ha hecho desde una conferencia en Estados Unidos y con unas palabras que han generado de todo, menos consenso. Es Aznar en estado puro. El de las frases ácidas y polémicas.
Si ponemos la palabra ‘Aznar’ en Google News nos aparecen más de 5.600 coincidencias, la mayoría del últo mes y más concretamente de esta últa semana. Se acerca a las 7.000 coincidencias de Mariano Rajoy y eso que no está en campaña política ni es el líder de la Oposición. No es trending topic, pero casi. Es el tirón de José María Aznar el ex presidente de Gobierno que, aparentemente retirado de la política, nos deja regularmente alguna de sus perlas.
Esta vez ha sido un guiño al líder libio Muamar el Gadafi, convirtiéndose quizás en el único líder mundial que en plena intervención de la OTAN en el país se ha atrevido a calificarle de ‘amigo extravagante’. Aznar no dice nada nuevo, ni nada que no pensasen todos los organismos internacionales hasta hace unos meses, pero sin embargo lo hace a destiempo y en el peor momento. Y además con el amplificador de los medios de Comunicación y de las redes Sociales.
Lo cierto, es que, independientemente de la opinión que cada persona tenga sobre él, Aznar lo ha vuelto a conseguir. Su án mediático es tan grande –tanto de detractores como de seguidores que bastan una palabras suyas en el contexto que sean, para agitar a toda la clase política y mediática española. Expertos en Comunicación dicen que es una ‘máquina de fabricar titulares’, a lo que habría que agregar quizás que es una máquina para generar titulares en todos los políticos que se refieren a él.
El ex Presidente de Gobierno no deja indiferente a nadie y quizás en eso radique el éxito de nueva vida de conferencista alrededor del mundo. ‘Hay algunos que no pueden vivir sin mí’, decía a los medios en febrero de 2010 después de hacer una peineta a unos estudiantes que le abucheaban a su entrada a la Universidad de Oviedo. Razón no le falta, aunque él es el prer interesado en fomentar el revuelo mediático que causan todas sus intervenciones, con un lenguaje ácido y sin callarse nada.
Quizás a estas alturas a Aznar le interese poco echar una mano al PP para que ganen las elecciones. Y desde luego sus frases para el bronce ‘apoyando a Gadafi y diciendo que España no podrá pagar su deuda’ hacen un flaco favor a sus compañeros de partido, pero hace tiempo que Aznar va libre y está más interesado en cultivar este perfil de ‘enfant terrible’ de la política internacional. Y lo ha logrado. Se ha reconvertido y aprovechando que estamos en campaña lanza un nuevo anzuelo que los medios no han dudado en picar.
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