La Federación Española de Fibrosis Quística reclama, en el día nacional de la Fibrosis Quística, la plantación del cribado neonatal en todo el territorio español. Con ello, se pretende mejorar la calidad asistencial de las personas que sufren de esta enfermedad crónica.
Alberto Fanego. La fibrosis quística es una de las enfermedades crónicas de origen genético más frecuentes que afecta, sobre todo, a los aparatos digestivo y respiratorio. Además, es conocida también como mucoviscidosis, enfermedad fibroquística del páncreas, fibrosis quísticapancreática. Sus causas han sido un misterio durante muchos años, pero gracias a los avances de la biología, se han podido aclarar sus causas.
El diagnóstico neonatal puede evitar muchos sufrientos. Por ello, es un derecho para las familias saber si su hijo ta o no la enfermedad desde el mismo momento del naciento. Des de la Federación Española de Fibrosis Quística, se considera prescindible que se plante en toda España este diagnóstico precoz de la enfermedad, ya que puede prolongar la esperanza de vida de las personas que padecen fibrosis hasta en 40 años además de que mejora la calidad de vida de los pacientes. Por ello, tanto la Federación Española de Fibrosis Quística, las asociaciones que la forman y la Sociedad Española de Fibrosis Quística, reivindican hoy a las autoridades sanitarias españolas y a las Comunidades Autónomas que se plante este sistema en todo el territorio nacional, ya que existen seis comunidades (Asturias, La Rioja, Navarra, Castilla La Mancha, Cantabria y Valencia) y las ciudades de Ceuta y Melilla, que no poseen este sistema de prevención. El coste económico, a su vez, es muy pequeño en comparación con el ahorro sanitario que puede producir.
En la fibrosis quística, un defecto genético altera una proteína que regula la circulación normal de la sal, entrando y saliendo de la célula. Como resultado se producen secreciones más viscosas y pegajosas en las vías respiratorias y digestivas entre otras. A su vez, se produce un aumento de la cantidad de sal en el sudor.
En nuestro país se esta que uno de cada 4000 nacientos sufre de esta incidencia crónica, mientras se esta que una de cada 30 personas sanas sean tadoras de la enfermedad. Hoy en día existen en Españas medios de diagnóstico de la enfermedad con un alto grado de acierto. Desde el mismo momento en que nace el niño y, analizando una gota de sangre, se puede conocer si el niño padece o no fibrosis. Los síntomas de la enfermedad son muy variados dependiendo de la severidad de ésta. Puede que el niño sufra problemas digestivos y no respiratorios o viceversa. Además, tanto los efectos como las consecuencias pueden cambiar según la edad. Uno de los preros síntomas que se observan en los recién nacidos es el denominado ‘íleo meconial’ u obstrucción del intestino, que se manifiesta sobre los dos preros días de vida. En los lactantes, en cambio, suele deberse a una tardía recuperación de peso inicial o una ganancia de peso insuficiente entre las 4 o 6 preras semanas de vida.
Sin embargo, la necesidad de la plantación de este cribado neonatal se debe a causas del desarrollo de los órganos: al nacer, el aspecto de los pulmones es totalmente normal, causa la que se rechaza la posibilidad de que el niño sufra fibrosis quística, pero, con el creciento, la lesión pulmonar se hace patente con la obstrucción de las vías respiratorias a causa del espesor de la mucosidad. Tos crónica, obstrucción intestinal o problemas de creciento, son otros de los síntomas de esta enfermedad, que pasa inadvertida en el 10 ciento de los casos.
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