La presencia de Bildu en las elecciones municipales, ha sido autorizada el Tribunal Constitucional. El mismo que se tiró tres años y once meses en emitir un fallo sobre el Estatut de Catalunya, que provocó en las calles de Barcelona una de las mayores manifestaciones de la Democracia y el naciento de una nueva era, en la que el independentismo catalán, ha encontrado una camino abierto para la consecución de sus fines, a las que se ha sumado a través del Pacto Fiscal y los referéndums a pie de calle el actual gobierno convergente que preside el Molt Honorable Artur Mas. Ahora, le toca a la derecha española, representada el partido popular, administrar las protestas sobre este fallo del Alto Tribunal, que parece inmune al pensamiento de la mayoría de la sociedad española., quien, acatando todo lo acatable, sigue sin entender según que cosas, que van contra el sentido común de la mayoría de los ciudadanos y que luego tienen consecuencias facilmente previsibles. No se, si esta vez, los magistrados han tenido el tiempo suficiente para deliberar, que entre los tres años largos que les llevó decidir lo del texto autonómico catalán y los escasos días de los que han dispuesto para desautorizar al Supremo, hay una desproción evidente. Pero, sea cual sea el peso especifico, que en la últa decisión judicial, ha tenido este desfase de la temalidad, esta claro, que la salida que se ha dado a un tema tan delicado, va a incidir de una forma muy evidente en nuestra propia convivencia democrática y en la vida diaria en Euskadi, un punto sensible en la seguridad de todo el Estado, y eso, no tiene nada que ver con el acatamiento ciego de una sentencia y mucho menos con la independencia de los Magistrados que la han emitido…
Manuel Fernando González
Editor y Director
