En todo el territorio nacional existen desde hace… (¿en torno a 15 años, más o menos?; y perdón si me equivoco) un sinfín de calendarios oficiales y algunos no oficiales, pero igualmente válidos. La Asociación Española de Pediatría (AEP) y la Asociación Española de Vacunología (AEV) encuentran injustificada del todo esta situación y llevan más de una década solicitando la unificación para todo el país de un único calendario vacunal pediátrico.
Las diferentes administraciones sanitarias autonómicas, conscientes del problema, establecieron en 1966 el calendario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) . Las diferencias en los distintos calendarios, sólo para inducir a confusión, y las quejas de falta de equidad, hicieron a las autoridades competentes llegar a la situación antes mencionada.
La pena es que, de facto, no sirvió para nada. Tuvo que llegar marzo de 2010 para que el calendario único de vacunación formara parte de uno de los pactos institucionales del llamado Pacto la Sanidad acordado en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS). Actualmente, la ponencia de Programas y Registros de Vacunaciones tiene el encargo del CISNS y se encuentra trabajando en la elaboración del un marco para la evaluación sistemática del programa de vacunación que incluya los criterios que se van a tener en cuenta en la introducción o modificación de las estrategias de inmunización.
La AEP ha sido la sociedad científica que más abiertamente se ha pronunciado sobre la necesidad de un calendario común. Desde hace prácticamente una década ha justificado la propuesta del calendario único basándose en argumentos científicos. La AEV siempre ha mostrado una actitud de colaboración con la AEP.
Mayka Sánchez