Un reciente artículo publicado en The New Yorker, señala que restringir el acceso a la web en las empresas puede afectar a la «moral de los empleados». Y según una encuesta realizada a nivel internacional en 2010 Manpower, nueve de cada diez empresas españolas no establecen reglas sobre el uso de las redes sociales en su trabajo. Es decir, solo un 10% tienen un código de conducta en políticas de uso de redes sociales. En Estados Unidos el centaje es superior, un 29% de empresas tienen un código de conducta para sus empleados.
Las empresas deberían incorar “Políticas de uso de redes sociales” dentro de su política corativa y manuales de procediento, ya que en algunos casos los empleados utilizan las redes sociales para fomentar sus contactos, lo que puede dar lugar a nuevos clientes y/o candidatos potenciales para la empresa, etc. Para ello, es tante redactar un “código de conducta en redes sociales” con el que orientar a los empleados hacia una dirección clara acerca de lo que es aceptable y lo que no, en lo que respecta a uso de redes sociales en el trabajo.
Esto lo he aprendido gracias a una obra elaborada Amparo DíazLlairó. Todo un descubriento que me ha permitido llenar algunas lagunas – bueno, muchas, que hasta ahora tenía en cuestiones relacionadas con las redes sociales y su uso para fines profesionales. A modo de ejemplo real y práctico, en el libro El Talento está en la red, LID Editorial.
En www.eltalentoestaenlared.com, la autora, DíazLlairó, detalla, ejemplo, la «Política de uso de redes sociales» que el Grupo BBVA aplica a sus empleados y que puede servir de guía a aquellas empresas que quieran crear políticas silares en sus organizaciones. Algunas de las normas generales que se citan son:
1. No mentir: la sinceridad es clave. Hay que ser veraz y transparente. La mentira se vuelve rápidamente en contra.
2. Ser prudente: antes de participar en cualquier conversación en la Red hay que plantearse si nuestra atación tiene interés. A veces es preferible callar.
3. Atar valor a la conversación: trata de publicar siempre contenido relevante.
4. Ser cercano: el tono excesivamente formal puede provocar desconfianza. Lo ideal es escribir en prera persona y en un tono desenfadado silar al que utilizamos normalmente en nuestras conversaciones off line.
5. Escribir correctamente: escrito la ortografía y la gramática forman parte de nuestra agen. Hay que evitar las abreviaturas y el uso sin sentido de las mayúsculas.
Por otra parte, la empresa CocaCola también ha escrito algunas recomendaciones a sus empleados en lo que respecta al uso de Twitter, y que nos detalla la propia DíazLlairó:
1. Sea transparente: revele siempre la relación laboral que mantiene con la compañía.
2. Recuerde que los comentarios que usted hace a nivel local pueden tener repercusión global.
3. Sepa que el contenido que es subido a Intet queda en la Red de forma permanente.
4. Si en algún momento tiene dudas de lo que va a escribir, es preferible que no lo haga.
Podemos recordar que hace unos años, cuando nació Intet, la prera reacción en la mayoría de las empresas fue litar y controlar su acceso, que se consideraba que era una distracción y podría reducir la productividad de los empleados. Hoy en día, la realidad es totalmente distinta ya que a una empresa sin acceso a Intet la consideramos no adaptada a los cambios. Con las redes sociales sucederá lo mismo. No hay vuelta atrás. Como decía Darwin: «No son las especies más fuertes las que sobreviven, ni tampoco las más inteligentes, sino aquellas que mejor se adaptan al cambio».
Amparo DíazLlairó es, además, Socia y Directora de Global Human Capital Group, www.globalhumancapitalgroup.com, miembro de Top Ten Business Experts y de LID Conferenciantes. Yo tengo la suerte de conocer personalmente a Amparo y de haber aprendido mucho de ella, hasta el extremo de que ha cambiado algunos de mis hábitos en cuanto al uso de las redes sociales se refiere. Para mejor, supuesto.
Gracias, Amparo.
Juan Manuel Romero
www.linkedin.com/in/juanmaromero
Twitter: @adicciones