16/05/2011 MÉXICO 27.409 SUSCRIPTORES El pasado año se dio seguiento desde Article 19 a 155 agresiones a periodistas, trabajadores e instalaciones de medios. La cifra supone una reducción respecto a los 244 casos registrados en 2009. Sin embargo, la organización no considera que se haya producido una ‘mejora significativa’.
‘Mientras los contextos de violencia en algunos estados del país se agudizan, la denuncia pública de las agresiones disminuye, como consecuencia de la falta de investigación del Estado mexicano’, dice el organismo, que recuerda que desde que asumió la Presidencia Felipe Calderón se han producido 44 asesinatos y 8 desapariciones de periodistas. ‘En México la prensa trabaja en medio de agresiones físicas, amenazas y actos de intidación’, manifiestan en su últo comunicado. ‘El tipo de agresión más recurrente –añaden fue el ataque a la integridad física o material, tanto de reteros como de instalaciones a medios de comunicación (52.9%), lo que significa que el 50% de las agresiones son de forma física. En segundo lugar, las amenazas y los actos de intidación/presión continúan siendo una práctica recurrente (31.61%)’.
Los 82 casos de agresiones físicas o materiales reflejadas en el informe están distribuidas de la siguiente manera: 59 corresponden a periodistas, 5 a otros trabajadores de los medios de comunicación y los 18 restantes a instalaciones de medios de comunicación, de las cuales 13 fueron con explosivos o armas de fuego de alto poder. En cuanto a las coberturas informativas que realizaban los agredidos, 78 no tenían asignado un tema específico, 30 trataban temas policiacos, 11 de política, seis asuntos de seguridad nacional y sociedad, cuatro cubrían temas relacionados con los derechos humanos y uno con la educación. Por medios, el 63% de los agredidos trabajaban para medios presos, el 13% para televisión y el 11% para radio.
Durante 2010, el gobierno de Calderón insistió en señalar como agresores ‘a los grupos del cren organizado’. No obstante, ‘del universo de agresiones registradas, 49,03% provienen de autoridades y 26,45% de personas presuntamente vinculadas con grupos del cren organizado’, según los datos de Article 19. Con respecto a 2009, las agresiones cometidas autoridades se redujeron de un 65% a un 49,03%. Si bien las agresiones más violentas se atribuyen a grupos del cren organizado, las más recurrentes en 2010 continuaron siendo aquellas cometidas agentes estatales. Un elemento destacable es el gran centaje de agresiones provenientes de las fuerzas de seguridad nacional:el 75% de las agresiones cometidas parte de agentes del Estado fueron responsabilidad de coraciones policiacas y las Fuerzas Armadas en el ejercicio de funciones de seguridad pública.
Durante 2010 se confirmaron ocho casos en los que periodistas fueron asesinados a causa del ejercicio de su profesión. Existen otros en los que hasta el momento no se ha podido establecer vínculo alguno entre los hechos y el trabajo periodístico, lo cual no cancela la posibilidad de que en un futuro la cifra pudiera incrementarse. La manera de operar de los perpetradores en 7 de los 8 asesinatos fue a través de ataques directos, excepto en el caso de un retero que murió mientras cubría un enfrentamiento entre presuntos delincuentes y elementos de la Armada y la Policía Federal. Además, se confirmó la desaparición del corresponsal de Cambio de Michoacán, Ramón Ángeles Zalpa. Antes de su desaparición, había cubierto el ataque de un grupo armado contra una familia indígena ocurrido en los límites entre Angahuan y San Juan Nuevo Parangaricutiro, Michoacán. Se trata del cuarto caso de periodistas desaparecidos en Michoacán desde 2006 y el déco en México desde el año 2000.
En 2009 se registró y documentó un caso de secuestro, el cual no fue difundido decisión de la vícta y su familia. La cifra se incrementó a seis casos en 2010. Cinco de las víctas trabajan o trabajaban para empresas de comunicación con presencia nacional, como Televisa, Multedios o alguna de sus subsidiarias, y se encontraban cubriendo asuntos locales de interés nacional. El informe refleja también los periodistas exiliados entre 2008 y 2010, que ascienden a nueve. De ellos, ocho provienen del estado de Chihuahua y uno de Coahuila.
Por zonas, los estados más peligrosos de México para el ejercicio del periodismo son: Guerrero, Michoacán, Coahuila, Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León y Sinaloa. En estos estados se concentraron los ocho homicidios, una desaparición y los trece ataques violentos contra medios, además representan el 41,9% del total de las agresiones a nivel nacional.
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