18/05/2011 @prlatam Casa de América organizó ayer, con motivo del Día de Intet, el evento ‘#iberoamericadice Intet y Derechos Humanos’, una gran quedada de twitteros bajo la etiqueta #iberoamericadice que contó con la participación de expertos en derechos humanos y redes sociales. El encuentro pudo seguirse también a través de la web de Casa de América, Facebook y Twitter.
El periodista detivo Nico Abad (@nicoabad) se encargó de conducir el debate en el que participaron la experta en redes venezolana Gaby Castellanos (@gabycastellanos); el responsable de Comunicación de Amnistía Internacional, Miguel Ángel Calderón (@amnistiaespana); el director de lainformación.com, Carlos Salas(@la_informacion); el experto en Derechos Humanos e Intet Javier Bustamante; y desde Cuba, a través de Skype, la bloguera cubana Yoani Sánchez (@yoanisanchez), quien, según Nico Abad, ‘emplea los 140 caracteres con más peso que el resto’.
‘Los cubanos que hemos descubierto esta herramienta no podemos permitirnos contar que bueno está el café o hablar de las nubes’, aseguró la bloguera cubana. ‘Para nosotros –añadió los 140 caracteres son una comunicación de urgencia, un S.O.S en microformato’. Yoani Sánchez recordó que, gracias a Twitter, se está produciendo en Cuba un ‘cambio cuantitativo y cualitativo en la realidad nacional’ y que, poco a poco, los cubanos ‘estamos haciendo oír nuestra voz fuera de las fronteras’. ‘Esos pequeños caracteres nos han salvado de alguna manera. Son un escudo protector’, dijo y agregó que en la red ‘estamos encontrando una plaza pública de discusión’, aunque ‘el fenómeno es aún pequeño. Está en pañales’. ‘Espero –expuso que en los próxos años sirva para entretejer el tapiz de la sociedad cubana que ha sido fragmentado’.
La autora de Generación Y recordó la presión del régen cubano sobre los blogueros independientes y la existencia de ‘brigadas de respuesta cibernética’, que se dedican ‘a insultar a los que piensan diferente’ y que ‘bombardean con contracandela informativa’. ‘Si realmente en mi país no estuviera penalizada la discrepancia, yo estaría físicamente en #iberoamericadice’ y añadió: ‘yo no tengo acceso a intet. Soy blogger a ciegas y twittera a tientas’. Yoani Sánchez aseguró no querer injerencias en la política cubana. ‘Desde dentro podemos empujar nuestro futuro. Lo que no quiere decir que no haya observación internacional. Hay que difundir la realidad de Cuba, la información que sale de las voces alternativas. Sin la injerencia que supondría llevarnos a la fractura social’, explicó.
En la misma línea, Gaby Castellanos manifestó que ‘para la gente con problemas políticos en sus países, Twitter ha significado tener un medio en la mano para contar fuera lo que está sucediendo’ y motivó a la gente para que el activismo que existe en Twitter y Facebook se traslade ‘a la vida real’. ‘Las denuncias se hacen sólo en forma de DM (mensajes privados) miedo a que a las familias les pase algo’, eso ‘pasan cosas duras, tantes y a veces no se cuentan’. Carlos Salas, su parte aseguró que Twitter es ‘una de las herramientas más fascinantes para un periodista’ que ‘te da la información y te da el comentario instantáneamente’. Salas expresó que si se saben elegir las fuentes es una herramienta de información igual o mejor que los periódicos y esto supone una ‘prueba de cómo se está revolucionando la comunicación’. En cuanto a la situación de persecución online que se vive en Venezuela, tanto Castellanos como Salas recordaron que es el país mejor conectado del mundo, tanto en Twitter como Blackberry y dieron la voz de alarma: ‘Poneos las pilas que aquí nadie se está enterando de lo que pasa al otro lado del charco’.
Miguel Ángel Calderón habló de la tancia de las redes sociales en el activismo. Calderón expuso que ‘Amnistía Internacional ya tenía una estructura de red social para trabajar antes del naciento de intet; lo que hacía falta eran las herramientas’. Por este motivo, ‘desde que la organización comenzó a usar intet el creciento del activismo ha sido enorme’. El responsable de comunicación de AI España recordó que aunque ‘intet no es un derecho, está íntamente ligado con la libertad de expresión y eso sí que es un derecho’ y alertó también de que existen ‘muchos gobiernos represores interesados en acallar las redes’, lo que supone ‘un enorme peligro’. Calderón apuntó que estos gobiernos que ‘intentan censurar no tienen las tecnologías y se apoyan en empresas trasnacionales, como en el caso de las protestas en la Plaza Tahir de Egipto, en las que Vodafone cortó las comunicaciones’. Por eso, dijo, que hay que ‘pedirle a las empresas que no apoyen estas políticas’. ‘Podremos utilizar Twitter si conseguos que los gobiernos que quieren apagarlo no lo consigan’, concluyó.
El últo en intervenir fue Javier Bustamante, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid, quien indicó que ‘la tecnología modula el terreno donde se lucha los derechos humanos’ y anó a los ciudadanos a ‘encontrar nuevas formas de usar la tecnología con relevancia social y no solo para la excelencia tecnológica’. Bustamante reclamó, además, el derecho de las personas ‘a tener voz en el diseño de las tecnologías’. ‘Debemos exigir que la tecnología sirva a los derechos humanos’, manifestó y recordó que las redes sociales no son como los objetos, que tienen mayor valor cuanto más exclusivos son, sino que ‘el Twitter y el email valen más cuanta más gente tiene acceso a ellos’.
Para finalizar los ponentes expresaron su opinión de la Iberoamérica del futuro. Javier Bustamante utilizó el concepto de archipiélago: ‘un conjunto de islas que están unidas aquello que las separa: el mar’ y dijo que ser latinoamericano debería significar ‘ser igual a todos los demás cuando las diferencia me inferioriza, pero exigir mi derecho a ser diferente si la igualdad me descaracteriza’. Miguel Ángel Calderón apuntó que la Iberoamérica del futuro será ‘la unión de miles de acciones individuales para cambiar las cosas con los derechos humanos como hoja de ruta’, mientras que Carlos Salas señaló: ‘No olvidemos que estamos hablando de tecnología, pero lo más tante es que hablamos el mismo idioma’.
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