Hace una semana que Lorca, mi querida Lorca, a la que visito tres o cuatro veces al año, sufrió un terremoto traidor que acabo con buena parte de la ciudad. Ayer, el Ministro Blanco y el Presidente Valcarcel, prometieron solemnemente, que ambos gobiernos, estarán con Lorca hasta el final. Es decir. Hasta que se haya reconstruido totalmente y sus habitantes hayan recuperarado la normalidad en sus vidas. Ojala se cumpla tan ejemplar promesa. Todos somos Lorca y a todos no compite conseguir que nuestros compatriotas lorquinos consigan que sus casas , sus negocios y el muy valioso patronio artístico resurjan de las ruinas y vuelvan a ser lo que fueron, con nuevas garantías de seguridad que minicen futuras contingencias, como ya ocurre en la mismísa Tokio, otra ciudad construida sobre la incertidumbre de una falla que se mueve constantemente. La dolorosa agen de los vecinos llorando cuando, ayer mismo, veían como se desplomaba delante de sus ojos el bloque de pisos en el que vivían, con sus enseres dentro, como si fuera un castillo de naipes y sin poder hacer nada, debemos mantenerla en nuestra memoria, para evitar que el dia a dia nos haga pensar que esta tragedia es solo cosa de las autoridades competentes. Si queremos ser un país serio y lo tanto solidarios, ahora tenemos la otunidad de demostrarlo. so. Ano Lorca!, que nada, ni nadie, podrá evitar que estemos a vuestro lado.
Manuel Fernando González
Editor y Director
