Aunque el silencio administrativo lo recubre casi todo, en el Hospital Clinico de Barcelona ingresó uno de los heridos pelota de goma, o como ahora le llamen a esos demoniacos artificios policiales, en estado grave. Los demás, hasta ciento veinte, han ido poco a poco yéndose a sus casas . Es la evidencia mas clara de la dureza con la que se emplearon los mossos de Esquadra para “lpiar” la Plaza de Catalunya orden de su Conseller Felip Puig, al cual, “los indignados”, ya llaman Don Lpio, la excusa sanitaria que se buscó para zurrarle a los desalojados, y la contundencia con la que se emplearon sus policías.Las ágenes de la refriega, ya han dado la vuelta al mundo y, al final, han provocado un efecto contrario al buscado. Lo que se decida en las próxas horas en una Asamblea, será lo que marque el futuro de este moviento que tantos quebraderos de cabeza está dando a todas las fuerzas políticas en su conjunto, que no saben como salirse de la dinámica que se ha instalado en las plazas de nuestras ciudades. Los sucesos, como era de esperar, han motivado que en varias ciudades europeas los jóvenes hayan salido a las calles sensibilizados los incidentes de Barcelona. Los que son partidarios de la mano dura, como ya lo ha sido el Govern de Convergencia, se lamen ahora las heridas el rechazo social que han provocado, también en su propio electorado, y sobre todo haber servido de conejillo de indias de las demás formaciones mayoritarias. Quizás ello, aunque no lo reconozcan, están todos con las orejas puestas en la decisión que tomen los acampados de la Ciudad Condal, que se reúnen en Asamblea en las próxas horas, y podrían levantar las tiendas para constituir de una plataforma cívica que continúe con las reivindicaciones o, tal vez, y eso será lo mas preocupante, acordar la expansión indefinida del moviento, montando nuevas acampadas de las principales plazas de todos los barrios de la gran urbe catalana, con lo que la revolución ya sería total y alentaría a los acampados de la Puerta del Sol a armarla todavía mas gorda.
Manuel Fernando González
Editor y Director
