31/05/2011 PRLATAM 115.942 SUSCRIPTORES El informe del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) establece que el 95% de las emisoras de radio dejaron de transmitir a causa del terremoto de siete grados en la escala de Richter registrado el 12 de enero de 2010 y en el que murieron más de 220.000 personas. Haití ocupa el puesto 56 de 178 del ranking mundial de libertad de expresión elaborado anualmente RSF.
Los medios quedaron reducidos a ruinas, como la mayor parte del país, y las pérdidas que tuvieron que sotar fueron masivas. Decenas de periodistas se quedaron sin empleo y se vieron obligados a trabajar desde carpas o sus propios hogares. A finales de año, afortunadamente, la mayoría de las emisoras de radio había vuelto al aire. Más allá de las pérdidas materiales, treinta periodistas fallecieron en el terremoto y en los días sucesivos, según informó el presidente de SOS Journalistes, Joseph Guyler Delva. Según el CPJ, Signal FM fue la única emisora que pudo transmitir sin interrupción durante y tras el terremoto. Su director ejecutivo, Mario Viau, expresó que ‘Signal FM jugó un papel fundamental en el período que siguió al terremoto, sirviendo como vínculo prario entre las víctas y los servicios de asistencia y entre las propias víctas’. La emisora privada líder en el país, Radio Television Caraibes, reanudó pocos días después del seísmo sus emisiones desde una carpa y asistió a la población de diversos modos. A finales de año, SOS Journalistes estó que el 97% de las emisoras había reanudado su actividad, si bien muchas operaban bajo condiciones excepcionales.
La libertad de expresión en Latinoamérica países:
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A finales de 2010 también volvieron a emitir las televisiones del país, entre ellas TV Caraibes, Tele Image, Tele Ginen y Canal 11. La situación financiera de las cadenas se vio tan afectada como sus infraestructuras. Los anunciantes cayeron tras la catástrofe, lo que se hacía difícil pagar a los empleados.Los medios gráficos también sufrieron pérdidas significativas. Los dos diarios haitianos, Le Nouvelliste, el más antiguo de Haití con 112 años, y Le Matin, dejaron de publicar, aunque siguieron difundiendo noticias vía Intet. Le Nouvelliste reanudó su publicación diaria en abril. Le Matin continuaba publicando una vez semana hacia finales de año, tras despedir a casi la mitad de su personal de 30 personas y reducir los salarios. Bon Nouvel, el único periódico en idioma creole, desapareció bajo los escombros del terremoto. Las oficinas de Puerto Príncipe quedaron destrozadas, al igual que las instalaciones de su planta presora, especializada en la producción de libros y documentos escritos en creole. El diario no había reanudado su publicación a final de 2010.
SOS Journalistes indicó que al menos 100 periodistas en todo el país seguían sin trabajo a fines de año, lo que motivo la salida del país de algunos reteros. El moviento de defensa de la libertad de prensa también fue afectado el terremoto. En años recientes, los periodistas locales habían registrado lentos avances en el combate contra los hechos de violencia que ocurrían en el país (al menos cinco periodistas cayeron en represalia su labor informativa entre los años 2000 y 2007) que se vieron ralentizados tras el desastre. En mayo, el gobierno haitiano aprobó un paquete de cinco millones de dólares estadounidenses para apoyar y reconstruir medios de prensa en Puerto Príncipe. Grupos de prensa internacionales ayudaron a montar instalaciones donde pudieran trabajar los periodistas, enviaron misiones de apoyo y brindaron ayuda directa.
Reteros Sin Fronteras junto con la empresa gráfica Quebecor encabezó la construcción de un centro de operaciones para medios en Puerto Príncipe que contaba con veinte computadoras y conexiones Wifi. Según cifras de RSF, el centro registró a finales de 2010 una afluencia de más de 4.500 usuarios entre periodistas, fotógrafos, profesionales gráficos y representantes de organismos humanitarios. El CPJ brindó ayuda directa a periodistas heridos y colaboró para que los reteros obtuvieran asistencia de otras organizaciones humanitarias. A finales de año, la asistencia debía enfocarse en los periodistas individuales, ya que la mayoría de los medios ya había vuelto a operar. Para RSF, ‘el seísmo destacó la tancia del papel de los medios en un contexto de catástrofe, tanto como sote de la información como de protagonistas de movilización y enlace social’.
Los comicios presidenciales en los que se vio envuelto el país en el mes de diciembre tampoco ayudaron a mejorar la situación de la prensa desatada tras el seísmo. RSF recuerda que durante el proceso electoral ‘se registraron varios ataques a periodistas’ y que ‘Los partidarios de los distintos candidatos trasladaron sus disputas a los medios de comunicación saqueando Radio Lebon FM; intidando a Esther Dorestal, de Radio Metrópole; agrediendo a un cámara de la agencia Haiti Press Network; o robando a Patrice Merisier, de Radio Galaxie y a otro periodista de Reuters.
Seguiremos informando…