- la Sexta ve que las salidas se agotan y que la nueva crisis de la publicidad en las televisiones puede poner en peligro su salida a Bolsa. Es ello que han decidido reactivar las negociaciones para la fusión con Antena 3
La renuncia de Carme Chacón a las elecciones prarias del PSOE sigue teniendo insospechadas consecuencias para la Sexta y Mediapro. La prera y más lógica, es el ahogo financiero en el que se está empantanando el Grupo al ver que se quedarán sin apoyos institucionales en poco menos de un año. Los problemas económicos apremian, Televisa quiere vender su 40% lo antes posible y las negociaciones con otras medios para salir a flote y realizar una salida a Bolsa en condiciones, están en punto muerto.
De esta manera, el Grupo ha recurrido a los de siempre: a los políticos, y más concretamente al PSOE de Rubalcaba. Los ‘migueles’ –Miguel Barroso, José Miguel Contreras y compañía han aprovechado la correcta relación que mantiene Contreras con Rubalcaba para pedir consejo a la futura cúpula socialista respecto de su viabilidad mediática y la respuesta ha sido fría, pero certera: la única posibilidad de supervivencia es integrarse a un gran Grupo como Antena 3.
Rubalcaba, que ha seguido de cerca a los medios desde que fuese nombrado superministro, ha visto de cerca la precaria realidad de las televisiones. La publicidad se bate nuevamente en retirada y para evitar males mayores, son conscientes de que la mejor manera es integrar grandes grupos fuertes y que puedan sobrevivir en el mediano plazo sin muchas ayudas gubernamentales ni nuevas legislaciones.
La idea de Rubalcaba es contraria a la de Zapatero que confiaba sus fichas a un grupo mediático fiel, pero minoritario. El nuevo líder del PSOE sabe que la influencia política de los dos grandes canales Telecinco y Antena 3, es escasa y que puede controlarles sin muchos problemas. La Sexta sería incluso un incordio ya que siempre estaría la tentación de Carmen Chacón de volver a disputarle el liderazgo y con ello, el apoyo irrestricto de la Sexta y Mediapro.
En cambio, desde el entorno de Rubalcaba se han ofrecido garantías para que la fusión absorción se realice en favorables condiciones para los dueños de la Sexta. En este sentido, desde la cadena ya han reactivado las conversaciones con el Grupo, aunque esta vez con las dos partes conscientes de que la Sexta no se pueden exigir igualdad de condiciones. Sería tanto una negociación al estilo de Telecinco con Cuatro, donde quedó claro desde el prer momento que Mediaset estaba comprando los activos de Prisa y no había un contrapeso en las conversaciones.
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