Ayer se celebró el Día Internacional del Desaparecido y Reteros Sin Fronteras aprovechó esta fecha tan señalada para denunciar que las desapariciones forzosas son aún instrumentos de opresión y censura contra el periodismo. En todo el mundo hay contabilizados un total de 13 periodistas en paradero desconocido.
RSF recuerda que muchos países violan el derecho internacional en esta materia, incluida la Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones forzadas. Por eso pide la ratificación universal de la citada Convención, un convenio firmado hasta ahora 91 países y ratificado 29. ‘La lucha contra la desaparición forzada de personas es vital en la lucha contra la dictadura y la arbitrariedad’ señalan desde la organización.
En el concepto desaparición están incluidos los arrestos domiciliarios y los encarcelamientos secretos, donde se niega a las familias de las víctas tener cualquier información sobre sus allegados. Es una forma de secuestro y , en ocasiones, termina en asesinato. Estos métodos se utilizan en contra de activistas de los derechos humanos, de la oposición y periodistas independientes, aquellos que siempre están en prera línea en contra de los regímenes totalitarios. ‘La práctica generalizada o sistemática de la desaparición forzada es un cren contra la humanidad. El procesamiento de los responsables debe ser una prioridad’ dicen desde RSF.
Irán y China, grandes cárceles de periodistas y máquinas de censura, también están a la cabeza en cuanto a desapariciones forzadas. La represión de las revoluciones de Libia y Siria ha dejado igualmente un balance tante de detenciones extrajudiciales a periodistas. Lo mismo ocurre en México, Eritrea y Pakistán.
En Irán, Pirouz Davani, editor del periódico Pirouz y activista de derechos humanos, desapareció a finales de agosto de 1998. Pese a que hay rumores sobre su ejecución, el poder judicial no ha investigado el caso. Igualmente el periodista Kouhyar Goudarzi fue detenido en secreto el 1 de agosto 2011 desconociéndose aún los motivos de su arresto y los responsables judiciales no han informado sobre el lugar donde se encuentra detenido.
En China, la activista de derechos humanos Govruud Huuchinhuu, miembro de la Alinaza Democrática del Sur de Mongolia, lleva desaparecida desde que saliera del hospital de Tongliao, el 27 de enero de 2011, donde recibía tratamiento contra el cáncer. Estaba bajo arresto domiciliario desde noviembre de 2010 pedir en intet la liberación del periodista y ciberdisidente Hada, dirigente del SDMA. Hada, defensor de la minoría mongol en China, fue liberado en 2010 tras 15 años en la cárcel, según las autoridades chinas, aunque según RSF sigue encarcelado y no hay noticias suyas desde hace varias semanas.
En el caso de Eritrea, a la mayoría de los 30 periodistas encarcelados se les considera desaparecidos las dificultades que ha habido en encontrarlos y la negativa del régen a dar ninguna información sobre cuál es su paradero y estado de salud.
En México hay dos periodistas desaparecidos, María Esther Aguilar Cansbe desde 2009 y Marco Antonio López Ortiz desde junio de 2011, y no se ha hecho ninguna investigación oficial al respecto.
En Pakistán el periodista Rehmatullah Darpakhel fue secuestrado en Waziristán del Norte, el 11 de agosto de 2011. Ye en Sri Lanka la periodista y dibujante de Lankaenews, Prageeth Ekeneligoda, lleva desaparecida desde enero de 2010.
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