La coña con la que Herrera afronta su personal día a día, tiene tela. Si no fuera que la luz de Cuevas de Almanzora sé, de buenas fuentes le vio editorializar prera vez con emoción inconsolable, me atrevería a decir que su sentido del humor lo heredó de mi paisano Julio Camba, un genio, que casi nadie recuerda, pero que ejerció de periodista entes de la guerra civil en El Pais y en El Mundo, después de haber comenzado a escribir en el Diario de Pontevedra y pasar durante la dictadura las páginas del Arriba. Murió en los sesenta en Madrid como un franquista mas, pero de sus andanzas el mundo antes de nuestra contienda, nos dejo definiciones que ahora nos parecerían “normales” pero que en el 1920 demuestran una “retranca” que solo cabría atribuírsela en nuestra profesión al actual líder de las mañanas radiofónicas.
Asi Camba escribia en La Rana viajera sobre su amada España ¿De la época?: “Poco dinero y malo. Hombres furiosos. Señoras gruesas, siempre sofocadas, o el calor o los berrinches, que se abanican constantemente. Muchos curas. Muchos militares… Grandes partidas de dominó y de billar. Cuestiones de honor. Toros. Juergas. Broncas. Nubes de lpiabotas, de vendedoras de décos de la Lotería, de gitanas que dicen la buenaventura, de músicos ambulantes, de ciegos, de cojos, de paralíticos… Indudablemente, España no ha cambiado. Y es posible que nosotros mismos no hayamos cambiado tampoco”.
Posiblemente no, quizás los que mas, los ciegos y los paralíticos que ya no mendigan gracias a la ONCE y que hemos rebautizadoahora con el mas discreto “palabro” como discapacitados; y los gitanos, que se han reconvertido en “empresarios” en los mercadillos de nuestros pueblos y ciudades obra y gracia de la integración. Por lo demás, si contestualizamos las diversiones actuales con las de la época, seguos estando furiosos, pero con aire acondicionado y el dinero, ¡mardito parné! Como pasaba en tiempos de nuestro tatarabuelos, sigue siendo poco y malo. Lo cual quiere decir, que si yo fuera el Presidente Ferrari me preocuparía, y mucho, la visita de Don Carlos a la COPE. Y, que conste, que no lo digo, que se pueda romper un contrato recién firmado ambas partes, sino, mas bien la otra posibilidad que nadie ha puesto enca de la mesa y que resucita un viejo proyecto del editor Lara dormido en el baúl de los recuerdos : La fusión COPEONDA CERO. ¿Un invento?. Pues oiga, hubo un tiempo, en que en una cena en el Solchaga que duró hasta muy entrada la madrugada fue tema de conversación entre amigos.
Pero como bien ha redituado en su verdadero contexto Don Carlos, en magistral chascarrillo. Se trata de hacer un programa de radio en horas nocturnas, trasmitido ambas cadenaseso es de mi cosecha en horario nocturno de fin de semana. No cabe la menor duda.
Manuel Fernando González
Editor y Director
