El desembarco del gigante estadounidense del comercio electrónico llega con el entusiasmo de muchos clientes que llevan años esperando que Amazon tenga su filial española. El pulso que provocará en el comercio online en España no es desdeñable en una sociedad que todavía tiene muchos recelos para la compra intet. Pero quizás esas expectativas su naciento llega con más sombras que luces.
La posibilidad de adquirir el Kindle, su producto estrella, a través de amazon.es es uno de los hándicaps con los que surge la filial, Greg Greeley, vicepresidente de Amazon para Europa. En una de las pocas respuestas de las que se pudo extraer información durante su comparecencia de ayer ante los medios, insinuó que el problema el que no se puede acceder al lector electrónico de Amazon se debe a dificultades con la legislación española en cuestión de derechos de autor, además no existirán contenidos digitales para este dispositivo más allá de los alojados en Amazon.com.
Otro de los inconvenientes con el que se encuentra Amazon en el mercado español en relación a los ebooks, es el contrato de exclusividad que tiene Libranda para el comercio de los libros electrónicos, cuestión a la que Greg Greeley no respondió. No obstante, la ausencia de libros electrónicos en la página puede hacernos ver que no tienen resuelto este inconveniente… ni solución prevista a corto plazo.
En cuanto al libro en papel, apuesta principal de Amazon para España, se enfrenta con otro problema de difícil solución, la ley de precio fijo, legislación que establece que sean las editoriales las que establezcan un precio a las publicaciones, dejando un margen de descuento de tan solo el 5%, con la única excepción de los libros escolares donde en un futuro si será previsible que Amazon ofrezca descuentos de hasta el 25%.
Son estos descuentos uno de los principales activos de la compañía, que siempre ofrece unos precios con poca competencia en el mercado. Sobre este asunto, es curioso que los precios en el Reino Unido fueran más baratos que en España, Greg Greeley cree que se debe a una cuestión de costes y aspecto legal, circunstancia que resulta fácilmente constatable al comprobar que los centros de distribución no se encuentran en España y la sede fiscal de Amazon se situará en Luxemburgo donde la multinacional sitúa sus oficinas para Europa.
Así pues, La expectación el lanzamiento de Amazon quedó enfriada al conocer todos los problemas a los que se enfrenta la multinacional del comercio en intet, que pone en peligro la viabilidad de un negocio en un país con tantos problemas de consumo interno, credibilidad en cuanto a la forma de negocio y falta de confianza en el futuro de la economía.
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