En España la fórmula del product placement está cada vez más controlada. Desde hace un año la nueva ley audiovisual obliga a advertir de los espacios que contengan emplazamiento publicitario al principio y al final del espacio, así como antes y después de las pausas publicitarias en el caso de que las haya. Así podemos ver el logotipo ’emplazamiento publicitario’ al comienzo y final de series y programas.
Tras analizar la situación existente en las series americanas, ahora le toca el turno a las nacionales. En España existe una estricta legislación en materia de publicidad de medicamentos, lo que el sector dedicado a la salud que utiliza el product placement queda reducido a aquellos productos de gran consumo relacionados con el autocuidado e higiene personal y, en menor medida, los medicamentos sin prescripción farmacéutica. Un ejemplo le encontramos en la serie de televisión ‘Aquí no hay quien viva’, que se consolidó como un espacio inagotable dedicado a las marcas. Así podíamos encontrar en la fachada del edificio más conflictivo de la televisión una tienda de productos naturales, Santiveri, o la marca de preservativos Durex en el videoclub de uno de los protagonistas.
Pero al igual que la publicidad, el product placement no sólo consiste en exponer el producto al potencial consumidor, también es un vehículo para el cambio de actitudes respecto a un tema. En este sentido, el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad (MSPSI) español colaboró activamente con la serie de Antena 3 ‘Física o Química’ en la prevención de las enfermedades de transmisión sexual y en la normalización y no estigmatización de las personas con VIH/Sida. Para ello, además de aparecer numerosas referencias a campañas de prevención, se incluyó en la trama de la serie a una protagonista que padecía la infección VIH.
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