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¿A quién no se le ha hecho nunca un nudo en la garganta a la hora de pronunciar Boehringer Ingelhe? Aunque la compañía se fundase en 1885, un siglo después el nombre de la farmacéutica sigue haciéndonos pasar un mal rato. Pero desde el departamento de cCmunicación de esta compañía biofarmacéutica han decidido tomar cartas en el asunto y familiarizar a la gran público con la marca, y lo prero, es aprender a decir bien su nombre. Así ha nacido ‘The Parrots Factory’, una spática campaña de comunicación viral.
Parte de la campaña se basa en un vídeo viral donde Ray Coke, uno de los presentadores de televisión más famosos en varios países europeos gracias a su trabajo en canales como la MTV Europa, presenta el innovador proyecto. Desde un ficticio departamento de I+D de la compañía se trabaja en la creación de un sistema que permita pronunciar el nombre de la compañía. El innovador sistema consiste en la creación de loros ‘programados’ para decir correctamente Boehringer Ingelhe. De este modo, todo el mundo tendrá una referencia a la hora de pronunciar estas dos palabras.
La nueva campaña de agen que ha puesto en marcha la compañía biofarmacéutica se basa, según ellos mismos explican, en la estrategia de márketing WOM ( sus siglas en inglés Word of Mouth) o también conocido como Buzz Marketing. Esta estrategia es lo mismo que el bocaoreja en la calle, pero en Intet. Es decir, transmitir un mensaje mediante la recomendación de los usuarios. Por ello, los canales de transmisión de la campaña son principalmente las redes sociales, donde los usuarios pueden interactuar, recomendar, y colabroar en la ifusión de la campaña. Twitter, Facebook y You Tube han sido los canales elegidos.
El principal objetivo de la campaña, según explican los responsables, es acercarse a un target juvenil. Y para ello, han utilizado el medio más utilizado los jóvenes Intet para preguntarles de qué manera creen ellos que se puede enseñar a decir las dos palabras mágicas: Boehringer Ingelhe. En ‘The Parrot Factory’ ya tienen algunas ideas para conseguir que sus nuevos directores de márketing unos divertidos loros sean capaces de pronunciar el nombre de la compañía. Y tanto empeño han puesto desde el departamento de comunicación para que la estrategia funcione, que incluso se han atrevido a cambiar el logo de la centenaria farmacéutica, el de un loro.
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