La APM ha acogido la presentación del ‘Libro Negro del Periodismo’, una publicación de Bernando Díaz, coeditada con la Asociación de la Prensa de Madrid y con a Cátedra de UNESCO de la Universidad de Málaga, que pone sobre la meses los males del periodismo. Según Díaz, la crisis de esta profesión no se produjo con la llegada de la crisis económica, esta solo agudizó una situación que venía de lejos.
En el salón de la Asociación de la Prensa de Madrid se han reunido numerosos periodistas, entre ellos ex trabajadores de la desaparecida CNN+, para asistir a la puesta de largo del ‘Libro Negro del Periodismo’. Una publicación que según el presidente de la APM, Fernando González Urbaneja ‘diagnostica los problemas de esta profesión para encontrar las soluciones’. Entre los males que se ha puesto de manifiesto es la falta de independencia de los periodistas, y la cercanía que existe entre los medios de comunicación y la clase política.
‘Estamos en una situación mala de pérdida de credibilidad y de prestigio y de esta no nos va a sacar nadie’, ha asegurado Urbaneja. A pesar de esta dura descripción, el presidente de la APM se ha mostrado optista y ha asegurado que la profesión va a salir de esta crisis, pero ha confiado en las generaciones más jóvenes para enmendar los errores de las generaciones que han estado o están ahora mismo en los mandos de los medios.
Bernando Díaz, el creador del libro, ha puesto de manifiesto que la crisis del periodismo va más allá de la crisis financiera en la que estamos sumidos; se trata de una crisis de valores de sobre la que la sociedad debe reflexionar. Para explicar cómo hemos llegado a este punto ha repasado los problemas en los que estamos inmersos. En prer lugar, la cercanía entre el poder mediático y el político. Díaz asegura que en el momento de la transición esto tenía cierto sentido, pero que después los políticos han dado privilegios a través de concesiones privadas o publicidad institucional. ‘Esto ha llevado a que cada gobierno ane la creación de grupos de comunicación’, asegura y añade que de esta forma se ha alentado la creación de ‘chiringuitos mediáticos que han empezado a caer’.
Además de la desaparición o la mala situación de los medios, ha reflexionado sobre los más de 4000 profesionales que se han ido a la calle durante estos años. Una salida de profesionales con gran experiencia que han dejado los medios y que han sido remplazados periodistas que muy poca experiencia y cobrando tres o cuatro veces menos.
Otro de los problemas que plantean es la ‘burbuja académica’, calificada Díaz como ‘un disparate’. ‘Hay muchos licenciados que el sistema no pude absorber’, apunta. Ante toda esta problemática, el director del libro apunta a que hay que volver a los principios fundacionales del periodismo, que permiten construir el discurso de periodismo en democracia. Entre ellos, ha destacado la apuesta la pluralidad en democracia, servir a la ciudadanía…
Sobre las voces que alzan a las redes sociales y que aseguran que los periodistas no son necesarios, Bernardo Díaz ha puesto de manifiesto la tancia de los periodistas con un ejemplo muy reciente, Wikileaks. Gracias a los periodistas que fueron los que dosificaron y organizaron la información toda esa documentación pudo llegar a la ciudadanía. ‘Hay un camino, splemente hay que empezar a separar la información de espectáculo’.
Por otro lado, la periodista Lucía Méndez, redactora jefa de Opinión del diario El Mundo, ha subrayado en la presentación que el periodismo tiene que hacer autocrítica. ‘La profesión tal y como la conocemos ha sufrido una transformación genética que ha minado a objetividad y la pluralidad’, apunta. Y ha destacado que el periodismo está minado la instantaneidad que piden los editores a la hora de hacer las informaciones que no permiten a los periodistas contrastar las informaciones con el suficiente rigor.
Por lo que ha hecho un llamamiento a cada periodista para que no diluyan su responsabilidad individual en la línea editorial de su medio. En esta misma línea, Carmen del Riego, corresponsal política del diario La Vanguardia, ha planteado que si ‘todos los periodistas les discutos a nuestros jefes las informaciones que nosotros tenemos y que ellos interpretan de otra forma… O si en las redacciones hay un periodista dispuesto a no escribir lo que mande el jefe sin pedir nada más, el periodismo saldrá adelante’. En este momento es cuando la periodista ha recalcado que ‘los periodistas no podemos decir lo que queremos’. Ya que los contenidos muchas veces se están presionados líneas editoriales de los medios, publicidad o demás factores.
‘Si todos estamos de acuerdo de que la situación del periodismo es muy mala, ya podemos dedicarnos a buscar soluciones. Además denota que nos gusta esta profesión y que estamos dispuestos a defenderla pero con la autocrítica’, ha mantenido Del Riego.
Como ejemplos de gran periodismo que han muerto en los últos meses han destacado el caso de CNN+, que para el mundo del periodismo marcó un antes y un después. Por otro lado, para encontrar algún ejemplo de manipulación o intento de la misma no han tenido que remontarse demasiado; está muy reciente el caso de los consejeros de RTVE y su intento de controlar los medios de comunicación. Sobre la Coración pública, Urbaneja ha acusado a Mariano Rajoy de querer ‘una televisión pública muerta’.
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