Los que viajamos a Madrid desde Barcelona, a veces llegamos tarde que no tenemos la precaución de coger el tren o el avión un día antes. Es más seguro dormir en la capital del estado, tomarse una tapas y una caña con los amigos y luego, a prera hora, irse al desayuno correspondiente a escuchar a aquel que ha sido la causa del viaje. A Duran Lleida, según dijo el mismo, le falló el avión que debía salir del Prat a las siete. Le hicieron viajar en el de las ocho y además éste salió con retraso, con lo cual llegó al Ritz 35 minutos detrás del horario previsto lo que tuvo que pedir disculpas. Como la suya, era una visita deseada más de uno de los habituales que querían preguntarle “en vivo y en directo” lo del PER y otras andanas electorales, el nerviosismo flotaba en el ambiente, aunque, ante el retraso, fueron pocos los que se marcharon a sus asuntos, que en estos saraos, más de uno va a que se le vea y no a escuchar atentamente lo que el orador de turno diga. Yo vine, como periodista catalán en ejercicio, a escuchar a Duran en Madrid que ese pequeño detalle es muy tante para los que seguos la actualidad en Catalunya, pero también lo hice para regocijarme con las palabras de quien le presentó que no fue otro que Miguel Carballeda Presidente de la ONCE, que era la prera vez que desempeñaba ese papel ante auditorio tan singular. Mi admirado ciego lo bordó y el líder de CiU estuvo especialmente brillante, la sensatez de sus planteamientos y las buenas maneras con las que se explicó. Y como enca el organizador me permitió ejercer mi profesión y hacerle una pregunta al dirigente democristiano en nombre de Catalunya Press, detalle que le agradezco, me fui de la sala triplemente satisfecho de la jornada vivida en este Madrid al que tanto quiero y al que vuelvo cada vez que siento morriña. Si toda la campaña electoral fuera como el acto al que asistí seria una gozada, lo malo es que día a día nos devuelve inmediatamente a la realidad. Hoy mismo me he enterado de la muerte de Paco Villar el colaborador más brillante y leal de Mariano Rajoy al que tuve la otunidad de conocer en diversas circunstancias y me he llevado un disgusto monumental, que todos los que le hemos conocido, hemos siempre bien tratados y atendidos este gallego paciente y bueno que llevaba muchos años trabajando con total discreción al lado del que será el próxo presidente de Gobierno, sueño que él ya no podrá desgraciadamente ver cumplido. Descanse en paz.
Do mar pola orela
“mireino” pasar,
na frente unha estela
no bico un cantar
(Curros Enríquez, Poema a Rosalía)
Manuel Fernando González
Editor y Director
