El tabaquismo es la principal causa de muerte previsible en nuestro país y parece que la población joven aún no es consciente de los riesgos que entraña. La edad en el inicio del consumo de tabaco se sitúa ya en los 13,9 años. Una cifra muy preocupante que ha pulsado a la Fundación Pfizer a la realización de un amplio estudio que, como novedad, introduce una doble perspectiva: la de los jóvenes en contraste con la de sus propios padres y madres.
Los resultados del estudio, realizado entre 800 jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y los 20 años y 800 padres y madres de estos mismos jóvenes, han sido presentados durante un ‘bidireccional’ almuerzo de prensa.
Según se desprende del estudio si 3 de cada 10 de estos jóvenes reconoce ser o haber sido fumadores ¿Por qué casi la mitad de los padres o madres lo desconoce? Quizás muchos de estos progenitores ven posible esta conducta en sus hijos su temprana edad y que consideran que se encuentran bien informados sobre el tema. Aún así, la edad en el inicio del consumo de tabaco se sitúa ya en los 13,9 años, frente a los 15 que opinan los padres.
Respecto a los motivos para iniciarse en este hábito, los de ámbito social continúan siendo los principales. La existencia de amigos que fuman o la sensación de pertenencia al grupo son los dos factores fundamentales tanto para los jóvenes (52,9%) como para los progenitores (75%).
Entre las razones para dejarlo los jóvenes citan el sentirse mal (50,5%) y los efectos negativos sobre la salud (40,3%). Mientras, casi el 30% de los padres consideran que las presiones familiares influyen de manera muy notable en este cambio.
Según ha señalado el director de la Fundación Pfizer, Francisco J. García Pascual, el 80% de los jóvenes querría dejarlo o al menos reducir su consumo, un dato a destacar teniendo en cuenta su corta trayectoria en este hábito.
Pero hay datos mucho más llamativos que contraponen las opiniones de ambos grupos de encuestados. Por ejemplo, el 38% de los padres niega que sus hijos tengan amigos fumadores y los jóvenes confirman que aproxadamente el 80% de sus amigos lo son. Pero el desequilibrio más tante se sitúa en las vías de información sobre los efectos del tabaco. 9 de cada 10 jóvenes reconoce estar bien informados, valorando los Medios de Comunicación e Intet como sus preferidos para ello. Por contra, sus padres consideran que son ellos mismos y los centros de enseñanza los más adecuados para recibir esa información.
Esto pone de manifiesto la necesidad de plementar una serie de estrategias y medidas coordinadas entre padres que hijos. Estas medidas estarán encaminadas a mejorar la Comunicación sobre el tabaquismo y la prevención desde la educación en las escuelas que en la actualidad ‘no nos escuchamos, no existe comunicación. No convivos, sólo coexistos’, ha reconocido Pedro Núñez Morgados, Patrono de la Fundación Pfizer y Diputado de la Asamblea de Madrid.
La Ley antitabaco también ha estado presente en el estudio, y es valorada muy positivamente (84,2%) los jóvenes. Ante las dudas surgidas una posible modificación de la ley Enrique Baca, Patrono de la Fundación Pfizer, catedrático de Psiquiatría de la UAM y jefe del servicio de psiquiatría del hospital ‘Puerta de Hierro’, ha sido rotundo ‘ No hay ninguna razón para modificarla’.
Opinión que ha comaprtido Francisco Rodríguez Lozano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) que espera que el nuevo Gobierno mantenga sus compromisos con esta causa y ha elogiado la labor desarrollada los Medios de Comunicación en este aspecto.
Los mitos y las modas también están presentes. 1 de cada 7 jóvenes considera que fumar no es tan malo o que no engancha. Incluso 1 de cada 4 afirma que fumar adelgaza y eso no se anan a dejarlo.
Finalmente, el tabaco de liar y su precio inferior al de la cajetilla normal ha creado una nueva moda que es un ‘fenómeno en alerta’ en palabras de Alicia Acero, Asesora Sociosanitaria experta en prevención de ATICA Servicios de Salud.
Seguiremos informando…