Los 350 anunciantes convocados el día 30 en el Palacio de Congresos de Madrid pueden enfrentarse a situaciones estrambóticas durante la esperada reunión. Giuseppe Tringali les ha prometido un cambio de modelo, pero curiosamente lo hará sentado al lado del mayor promotor de la telebasura y el principal defensor de La Noria y Sálvame.
Las paradojas no paran en Telecinco. La reunión ‘clave’ del día 30 enfrentará al Consejero Delegado de Publiespaña Giuseppe Tringali y al Consejero Delegado de Telecinco Paolo Vasile a más de tres centenares de anunciantes. Como ya se ha filtrado a los medios, el objetivo único del equipo comercial de Mediaset España es convencer a las empresas de que Telecinco blanqueará sus contenidos y que el caso de La Noria marcará un punto y final en su programación agresiva y ampliamente criticada asociaciones de telespectadores e internautas.
Lo sorprendente es que esta nueva estrategia se explicará al lado de Paolo Vasile, quien es el principal promotor de todos estos contenidos. Es quien ha creado el modelo y ha enriquecido a un canal a base de audiencias millonarias apoyadas históricamente la mayoría de los anunciantes de este país. Es el mismo directivo que ha ofrecido a dos de sus programas como muestra de contenidos suavizados, pero quien ha exigido personalmente que la Noria y Sálvame se queden en parrilla.
Es el mismo directivo que sobrepone las audiencias a cualquier otra consideración y que ha exigido a Giuseppe Tringali que le garantice que la nueva estrategia de blanqueo de programas le garantizará las mismas audiencias que mantienen hasta estos momentos. Y es que para nadie es un misterio que el Consejero Delegado de Mediaset no cree en esta nueva estrategia y que sólo busca superar el trance sin que se vea resentido el share medio de su cadena.
Es además el encuentro de dos enemigos acérros que no comparecen juntos desde hace más de seis meses y que constantemente están en disputas. Es curioso que comparezcan los dos a pesar de que el propio Tringali ha estado vendiendo a los anunciantes hace unas semanas que el cambio de modelo plicaba necesariamente un cambio de gestión en la cadena.
Tringali teme además una de las tradicionales salidas de tono de Vasile, que nos tiene acostumbrados a banalizar situaciones límite y cuyo discurso no se caracteriza la mesura y la humildad que requiere una cita de estas características y de la que depende en buena parte el futuro de la recaudación publicitaria de la cadena. No será fácil y sobre todo no será creíble ver a dos directivos intentando vender un nuevo modelo que no está cambiando y en medio de una lucha intestina entre los dos ponentes hacerse con el control de la empresa ¿Pantoma?
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