Este es el últo capítulo de la historia de BursonMarsteller. Es el desenlace final de una serie de cuatro capítulos que llevamos publicando en prnoticias a lo largo de esta semana.
Firmas como Ketchum, Inforpress o la propia Llorente y Cuenca han dejado muy atrás a Burson tanto en facturación como en relevancia de la cartera de clientes y del equipo. Algunos clientes han dejado de contar con Burson viendo que el valor que recibían no se correspondía con las facturas que tenían que pagar mensualmente.
Otros han quedado profundamente insatisfechos con los resultados maquillados, práctica habitual en el caso del área de g y que llevó a perder HP como cliente. Las cosas se han ido poniendo tan difíciles que Carmen Valera ha tenido que tirar de favores personales en 2012, de su hermano Santiago, apoderado en Puig Perfumes y del propio Demetrio Carceller, para poder tener ingresos extra a través de Rodilla, firma adquirida Damm, la petrolera Disa o de la propia Puig perfumes.
Este año Burson apenas conseguirá llegar a los 4 millones de facturación, la mitad que hace 10 años. En 2013, siempre que se consiga renovar el principal cliente de la firma con el jugoso contrato de 3 millones de euros que ahora los Cerveceros miran con lupa, se decidirá si se mantiene plantilla o realiza un ERE y si se cierra la oficina de Barcelona, cuyo principal cliente ha sido precisamente Damm, lo que sería un duro golpe para la agen de Burson en una plaza tan tante.
Carmen Valera, que anhela retirarse cuanto antes, mientras parte del equipo hace cábalas para sucederla, no puede hacerlo si no es intentando cambiar esta tendencia nefasta de Burson España y eso está valorando adquirir alguna firma local para lo que ya cuenta con el visto bueno de la dirección regional europea, y ya ha empezado a tantear a firmas como Portocarrero, Paniagua, Ecocofin, Asesores, Best Relations... pero las cosas, a pesar de que hay muchas agencias que estarían encantadas de vender, no van a ser fáciles pues Burson España no es tampoco el Rey Midas y tampoco ha sabido reorientar su estrategia, renovar su gestión ni proponer una propuesta de innovación y liderazgo para el sector.
Burson no trabaja sino para tan solo tres de las 35 firmas del Ibex y en minúsculos proyectos no estratégicos. Un dato demoledor. Burson Marsteller España sobrevive en su decadencia del halo de grandeza del pasado, con una gestión financiera maquillada, engañando a clientes en sus cuentas y en sus resultados, explotando becarios y con privilegios de sus directivos propios de la realidad que vive España y la propia compañía.
Aquí están los demás capítulos de la historia de Burson Marsteller:
‘Las cosas de los Burson (1)’: Los años de gloria
‘Las cosas de los Burson’ (2): ‘borrachera’ de euros
‘Las cosas de los Burson’ (3): Directivos de altos vuelos en tiempos de crisis
Seguiremos informando…