Los 129 afectadas el Expediente de Regulación de Empleo de El País han recogido esta mañana la carta de despido en la notaria. Uno de ellos es Ramón Lobo, histórico periodista del diario de Prisa que se despedía hoy así en su blog:‘ha sido duro la emoción de los compañeros y mi sensación de que cada paso era el últo después de 20 años y casi tres meses en la Plantación, como siempre la he llamado’.
Los 129 trabajadores del diario El País han recibido hoy en la notaría la carta de extinción de su contrato de trabajo. Entre las personas despedidas se encuentran profesionales de larga y destacada trayectoria en el periódico como Ramón Lobo. El periodista narra hoy en su blog como ha sido la salida del diario en el que ha trabajado durante 20 años.
‘He recogido mis cosas de la redacción: un jardín zen que maré en casa, un jersey viejo sin mangas para las noches de frío y unos cuantos diccionarios. El resto lo llevo dentro. Ha sido duro la emoción de los compañeros y mi sensación de que cada paso era el últo después de 20 años y casi tres meses en la Plantación, como siempre la he llamado’.
Lobo cierra esta etapa aunque adelanta que tiene nuevos proyectos, pese a todo asegura que siente vértigo. ‘Los muchos mensajes de apoyo no se han traducido, de momento, en ofertas de trabajo’. Y termina diciendo: ‘No quiero que muera El País, donde he trabajado tanto tiempo y tan a gusto y en el que siguen decenas de amigos. Por eso, y costumbre, seguiré comprándolo’.
La carrera de Lobo como retero de guerra en El País comenzó en 1992 y desde entonces ha estado presente en los conflictos de Kosovo, Serbia, Irak, Bosnia, Líbano, Haití, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Congo, Afganistán o Territorios Palestinos.
Ramón Lobo ofreció una entrevista a prnoticias en la que destacaba el papel del enviado especial en los conflictos: ‘la mejor educación para el retero siempre es intentar hablar con las víctas, con la gente que está padeciendo el conflicto. Es la mejor manera de no equivocarte’. Destacaba la diferencia entre los enviados especiales y los corresponsables y aseguraba que los buenos diarios son los que consiguen combinar estas dos figuras, ‘que a veces el corresponsal, ejemplo en sitios como Colombia, a veces no podría contar seguridad ciertas historias’.
A lo largo de su vida ha escrito varios libros ‘Cuadernos de Kabul’, Isla África, y ‘Autoespista de Grozni y otras historias de fútbol y guerra’ y ha recibido el reconociento de asociaciones y medios su trabajo; en 2001 ganó el premio Cirilo Rodríguez, otorgado la Asociación de la Prensa de Segovia y en 2011 el premio PRNOTICIAS a la Mejor Labor Periodística, entre otros.
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