La crisis de Público ha devuelto la pelota de la crisis al tejado de los periodistas, si es que se había ido en algún momento a otro sitio, antes del anuncio del concurso voluntario de acreedores de Mediapubli anunciado en las últas horas. Las razones que da la empresa para explicar la situación a la que se ha llegado no justifican, en absoluto, el que no haya dinero para las nóminas, que el trabajo de un periodista nunca debe presupuestarse como si fuera el suministro del papel o el del proveedor informático. Y sin embargo, parece que la situación pinta ese camino. La pregunta del millón que hay que hacerse ahora, desgraciadamente a toro pasado, es si cuando nació Público el 26 de Septiembre del 2007, en el mercado de la comunicación, cabía una cabecera más y si el proyecto tenía viabilidad sí mismo y no se había creado para provocar el hundiento de otro u otros diarios que ya estaban en el negocio. Y para mí, la respuesta está clara, como también lo está para otros colegas de profesión. Roures y los suyos crearon la Sexta y Público tras calentarle la oreja al Presidente Zapatero al que convencieron que liquidando a PRISA, ellos, sus “amiguitos del alma” le regalarían un periódico y una televisión afines, aprovechando la desaparición física de Jesús de Polanco y lo tanto la situación de emergencia económica en la que se encontraba el grupo de Miguel Yuste su fallida en la plataforma de pago. Casi lo consiguen. De continuar el político leonés en el poder, incluso se hubieran poniendo las botas con el futbol, eso sí, acumulando cada vez más deudas y arruinando a un socio tan solvente como la mexicana Televisa, que no ha puesto ni una sola pega a José Manuel Lara cuando ha habido que malvender recientemente la Sexta a Antena 3. Por eso, cuando lees ahora los lamentos de los editorialistas del diario sobre cómo el negocio publicitario y la crisis son las causas fundamentales de la decisión tomada, sonríes con la indignación metida en el alma y te acuerdas, que ya estás muy mayor para que te tomen el pelo, de Aïsha bin Muhammad ibn alAhmar que según la historia era la madre de Boabdil el chico, aquel rey moro que perdió la Alhambra y sólo supo echarse a llorar ante la que se le venía enca. La frase que Axa “la honrada” le dijo a su hijo en aquel histórico momento podía servirnos perfectamente para recrinar a los actuales barandas de Público su actuación empresarial: “Llora como una mujer lo que no habéis sabido defender como hombres”. Y perdónenme las señoras, que no quiero ofenderlas, que en mi casa son mayoría y buenas profesionales. Sencillamente es que la frase se dijo cuando se dijo y estos lumbreras me la han puesto a huevo.
Manuel Fernando González
Editor y Director