Ante el anuncio del Gobierno de reducir el presupuesto de RTVE en 200 millones de euros y a la vista de la situación en la que queda la televisión privada española, controlada en dos terceras partes capital italiano, tras la últa fusión de la A3 y La Sexta, la Asociación Española de Anunciantes, entre otros, pide que la televisión pública española vuelva a abrirse a la publicidad, tal y como estaba cuando existía la misma situación de duopolio al que se ha vuelto en la actualidad.
Aceptando como axioma irrefutable que no existe relación sétrica entre aumento de la concentración y reducción del pluralismo o descenso de los niveles de competencia razonables, la fusión absorción de la Sexta parte de Antena 3, cierra un ciclo lleno de contradicciones en el sector televisivo español, producto de una connivencia más que criticable entre gobierno y grupos periodísticos. La fusión introduce al sector en una peligrosa senda oligopolística, cuyo incontestable reflejo se plasma en el mundo de la publicidad en donde queda meridianamente clara la posición dominante de Antena 3 y Tele 5. La Comisión Nacional de la Competencia tendrá que posicionarse.
Desde que el gobierno de Rodríguez Zapatero, debido a las presiones de los grandes grupos mediáticos, aprobara en 2005 el Plan Técnico y el Reglamento para la prestación del servicio de TDT y con ello la aparición de múltiples canales de TV, el mapa televisivo español ha vivido tiempos convulsos que se supone terminan con esta últa fusión. Durante ese periodo, el gobierno de la nación se vio obligado a principios de 2009 a aprobar –vía Real Decreto una serie de medidas liberalizadoras urgentes que permitieran recuperar el pulso a un sector ahogado unos costes insorpotables y que habían puesto al borde de la quiebra a los mismos que años antes habían presionado para que España fuera uno de los preros países europeos en poner en funcionamiento un deficiente sistema de TDT.
Aunque el pluralismo televisivo en España en materia informativa pueda no estar en peligro, tras esta últa fusión que permite a Planeta convertirse junto con PRISA en líder destacado del sector de la comunicación, no puede afirmarse lo mismo en lo que se refiere al aspecto publicitario, en donde la concentración va a alcanzar niveles superiores incluso a la Italia de Berlusconi.
Así lo han denunciado los anunciantes al calificar de alarmante el proceso de concentración y afirmar que a partir de ahora dos grandes grupos controlarán el 85% del mercado. En Alemania el grado de concentración es del 74%, en Francia del 59,6%, en el Reino Unido del 66,4% y en Italia del 84,9 %.
No les falta razón a los anunciantes españoles. Tras la fusión de Telecinco con la Cuatro, Publiespaña gestora de medios o agencia de publicidad del grupo italiano Mediaset, se situaba en posición dominante al convertirse en “exclusivista” del mercado publicitario del macrogrupo televisivo. No se puede olvidar que durante 2010 Publiespaña ocupaba la prera posición dentro del sector publicitario español, alcanzando una facturación de 791,81 millones de euros, lo que supone una cuota del 32,1% del mercado televisivo.
Con la absorción de la Sexta Antena3, ocurre algo silar, ya que la publicidad de la macro cadena resultante va a pasar a ser gestionada Atres Advertising, la comercializadora publicitaria de todos los sotes del Grupo Antena 3, al agregar a su cuenta de resultados la facturación de Publiseis, la agencia de publicidad de la cadena de Roures. A todo ello, hay que unir que Atres Advertising es la agencia que gestiona en exclusiva, entre otros, la publicidad del canal de televisión de Unedisa, Veo7.
Carlos Díaz Güell es editor de Tendencias del Dinero e innovaspain.com, profesor de la UCM y consultor de comunicación empresarial
