La presidenta de Weber Shandwick en España y vicepresidenta Ejecutiva Europea de la agencia de comunicación monta un circo, y le crecen los enanos. La continua rotación de empleados en su agencia ha provocado la proliferación de rumores sobre el futuro de la compañía en España y problemas de gestión interna. ¿Cuál será el próxo paso de Rose?
¿Alguien entiende qué la vicepresidenta a nivel europeo de una agencia de comunicación internacional se hace cargo ‘personalmente’ de una división sectorial de España la de ‘healthcare’ en concreto? Pues en palabras de Rose de la Pascua, la respuesta es muy sple: ‘no hay un profesional capaz de dirigir el área de salud en la filial española de Weber Shandwick’. Por ello, ni corta ni perezosa, la vicepresidenta ejecutiva europea se ha puesto manos a la obra y el mono de ‘comunicadora’ para dirigir a ‘sus chicos de salud en España’, en los que, cierto, ‘confía plenamente’.
Y tanto debe confiar Rose de la Pascua en su equipo, que les deja colgar una foto suya ‘antiquísa’ en su perfil de la página web corativa. Eso, o que Rose no se mira ni la página web de su compañía. Y es que no se puede estar en todos los sitios, ya lo dice el saber popular. Estar lidiando con los jefazos de Weber en interminables reuniones en Londres, al mismo tiempo que dirigir la filial española de la agencia, y enca corregir la nota de prensa del nuevo becario del área de salud es una tarea abrumadora, y entendemos que no tenga tiempo de revisar su perfil corativo. Aunque, supuesto, que luego no haya exigencias su parte exigiendo el mejor perfil para las informaciones que se publican sobre ella.
Del mismo modo, puede que Rose no se haya percatado de que en apenas dos años, Weber Shandwick se ha convertido en la agencia de la que peor hablan sus extrabajadores, y son muchos los que han pasado allí en estos últos meses. Si bien es cierto que la rotación de profesionales en el sector de la comunicación es muy alta, en Weber baten récords, y eso tiene un precio. No le debe extrañar, entonces, a la señora Rose de la Pascua, que aparezcan rumores de todo tipo basados en el descontento de todo aquel que allí pasa. De este modo, en los últos meses se ha especulado sobre la posible marcha de la compañía de España, o las tensiones internas entre sus trabajadores. Estas últas se han traducido en bajas forzadas o despidos. Así ¿quién no se crea enemigos?
A Rose de la Pascua no le queda ahora otra que sacar la manguera y empezar a apagar incendios antes de que el chiringuito de Weber en España arda y sus clientes salgan espantados. Mientras tanto, Rose, cuidado con los enanos.
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