Como todo el mundo sabe, las profesiones que generan mas parados en España son: las de albañil y la nuestra, la de periodistas. La del ladrillo volverá a mejorar cuando Arias Cañete “arregle” lo de la ley de costas que devolverá a su lugar preferido a las grandes constructoras, pero, la nuestra. no la salva ni la Virgen de los Desamparados. Pero, si fuera poco la plaga que nos esta cayendo, algunos de nosotros nos dedicamos a meter el dedo en el ojo de nuestra, ya, escasa competencia. Nos gusta joder al colega, cuando pierde audiencia, cuando sus números no cuadran, o cuando mete la pata en alguna información equivocada. Y lo hacemos, como si eso mejorara el estatus propio o beneficiara la renta per capita de nuestra arriesgada profesión.¿Defiende Vd. el corativismo?, me dirá alguno: No, pero si la solidaridad entre periodistas, en unos momentos, en que el que se dice ya que “somos una especie en peligro de extinción”. El sálvese quien pueda y aquí vale todo, es el mejor camino para autoinmolarnos y como bien escribió Martin Nemoller en conocido poema, nos puede llegar a pasar lo mismo que aquel que ve como se llevan a todo el mundo y no se preocupa mas que de proteger lo suyo ¿ recuerdan mis compañeros del alma. los últos versos?:” Cuando vinieron a buscarme, no había nadie mas que pudiera protestar…….”. Pues, si lo recordamos, apliquémonos la terapia correspondiente y añadamos a nuestro análisis de los medios aquella “castiza” frase, que, a lo mejor nos ayuda a hacer frente común contra la crisis: “Todo el mundo es bueno”.
Manuel Fernando González
Editor y Director