La Gran Feria del Turismo celebra su 32ª edición con una agen menos lucida que la que solía mostrar en ocasiones anteriores aunque con un mayor interés aún –si cabeen contribuir a pulsar el mercado turístico. Desde el miércoles hasta hoy la Feria se ha dirigido a los profesionales pero el sábado y el domingo abrirá las puertas a todo el público con el objetivo de que pueda conocer la amplia oferta turística y diseñar sus vacaciones.
Este año Fitur ocupa una superficie de unos 65.000 metros cuadrados repartidos en diez pabellones de IFEMA, unos 10.000 metros cuadrados menos respecto a la edición anterior los efectos que la crisis ha tenido en las distintas Comunidades Autónomas. Con planes de ajustes presupuestarios en marcha y problemas de liquidez, las comunidades se han visto obligadas a reducir este año su presencia. Nada que ver con ediciones pasadas en las que no escataban ni un euro en promocionar sus atractivos. Sin embargo, entre tanta política de austeridad y menos espacio de exposición, en Fitur sigue habiendo propuestas de g muy creativas.
La promoción de un país como una isla “de cine” ideal para recrear en ella cualquier escenario, la experiencia de probar un sulador en uno de los circuitos más conocidos de España, el momento relajante del “masaje tailandés” o la otunidad de comprar el mejor paquete turístico a través de ofertas en grupo o aplicaciones de móvil de últo minuto son algunas de las propuestas más sorprendentes que hemos encontrado este año en Fitur.
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