Ignacio Ayerbe García es Head of Business Development en eCircle Spain. No hay más que salir a la calle para darse cuenta de cómo los teléfonos inteligentes y otros dispositivos móviles se han plantado en nuestra vida diaria. Y, a diferencia de hace unos pocos años, los usuarios ya no lo llevan pegado a la oreja y mantienen una conversación telefónica, sino que la mayoría va mirando las pantallas e interactuando con ellas.
Apps, redes sociales, todo tipo de contenido multedia, navegación Intet, ebooks… ¿Y el email? ¿Dónde queda el email en este panorama?
Según el estudio realizado eCircle y Mediacom sobre el uso del email en Europa, se constató que un 24% de las personas revisan a diario su correo a través del móvil. Por supuesto hay que considerar que solo un 10% del total de personas gestionan su email exclusivamente a través de un dispositivo móvil, y que, aunque muchos lo revisen, luego lo gestionan a través de un ordenador.
Considerando estos datos, los responsables de email g suelen tratar el email móvil como algo secundario y lo desechan de su estrategia, u optan realizar campañas SMS y MMS aunque el número de usuarios que dan su teléfono móvil a una empresa es mucho menor que aquellos que están dispuestos a dar su dirección de correo electrónico… Y no se dan cuenta de que están desaprovechando una gran otunidad.
En España, según comScore, un 46% de los que tienen un móvil (prácticamente todos los habitantes), utilizan un Smartphone. Un 10% que exclusivamente gestionan su email a través de uno de estos dispositivos supone… bueno, varios millones de personas que, deducción, tienen un alto grado de adopción tecnológica y que deben utilizar el email de manera intensiva. Y los responsables de g les ignoran pero, ¿ qué?
El email móvil no está considerado dentro del g mix de muchas empresas en nuestro país que —y es así de duro—, no se sabe cómo llevarlo a cabo. Camuflan su decisión en los datos de pocos usuarios (que ya vemos que no son tan pocos) para no empezar con esta tarea, antes de admitir que es difícil o desconocen cómo llevarla a cabo.
Es cierto que la mayoría de las plataformas de gestión de email g en el mercado no están preparadas para gestionar este tipo de email g… aunque algunas sí que lo hacen, con lo que no hay excusa. Pero lo que es aún peor es que muchas agencias y departamentos de diseño en empresas no saben cómo crear un mensaje optizado para estos dispositivos… y, aunque tiene sus dificultades, no es posible.
La prera dificultad es la gran variedad de dispositivos y cómo se muestran los mensajes en ellos. No es lo mismo mostrar un mensaje en un iPad que en una Blackberry o un Galaxy. Y no se sabe bien cómo hacerle frente a esta cuestión.
La segunda es que pocos entienden que los dedos no son cursores. Hay muy poca experiencia en diseñar emails considerando que los usuarios utilizan sus dedos y no un ratón para interactuar.
Esto últo se consigue con una formación adecuada de los diseñadores y, respecto a cómo diseñar un mensaje optizado para un dispositivo móvil… ¿ha pensado en volver a lo más básico? Un usuario de móvil quiere interactuar de manera rápida y no encontrarse con un diseño gráfico espectacular que le consumirá ancho de banda, que tardará en cargarse y que se mostrará quién sabe cómo dependiendo del dispositivo.
Centrarse en la oferta de valor esencial que quiere ofrecer, de manera breve y concisa, con una llamada a la acción efectiva, es todo lo que necesita. Puede tener que “sacrificar” la agen de una campaña para este canal y mantener el diseño en los emails que se leen en ordenadores o en publicidad en medios de otro tipo, pero merecerá la pena si la oferta de valor es buena, claro. Recuerde que el g, y más aún el email g, se mide resultados, y eso es en lo que hay que centrarse.
Así que sencillez, efectividad, y unas herramientas adecuadas para dirigirse a este canal es lo único que necesita. ¿Hace falta seguir poniendo excusas?