A partir de una prera entrevista radiofónica en 2009, el periodista Jordi Sacristán quiso profundizar en la mirada del mundo y la sociedad de este médico y sociólogo, que dispone “de la capacidad y la solvencia intelectual para ir más allá de los límites que marca su espacio profesional y académico”. Así surgieron otras conversaciones en la radio y la propuesta de sentarse, periodista y médico, “y empezar a hablar ante un micrófono, desprovistos de un inventario temático, sin guión previo, tirando del hilo de la curiosidad, provocando nuevas preguntas a partir de las reflexiones que iban surgiendo en la conversación”.
Albert Jovell, médico y paciente, analiza, y reflexiona en clave social, asuntos tan tantes como la falta de humanismo en el campo médico, el trato que se le debería dispensar al paciente, los valores los profesionales, la actual fractura del estado del bienestar, el copago sanitario, etc. y, además, ofrece algunas claves para un cambio social. En estos momentos de desconcierto y desáno colectivo, El médico social aborda con sensatez y serenidad cuestiones vitales, sobre quiénes somos y cuál es o debería ser nuestro papel en la sociedad.
En palabras de Begoña Barragán, Presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), “estas dos obras de Albert Jovell deberían ser un manual de referencia para pacientes, profesionales sanitarios, gestores del sistema nacional de salud y sociedad en general. Estos libros contienen ataciones muy valiosas que deberían servirnos para reflexionar sobre cómo cuidar y defender nuestro sistema sanitario”.
La publicación de este libro se produce poco después del lanzamiento, a principios de año, de Te puede pasar a ti. La sanidad pública beneficia a todos, un breve libro, crítico y reflexivo, en el que el Dr. Albert Jovell aborda la tancia de promover la justicia social en el sistema nacional de salud “las bondades morales de un sistema sanitario, que si bien es mejorable, ha formado a muchos profesionales y ha permitido que muchas personas disfruten de una buena calidad de vida a pesar de convivir con una enfermedad”. El autor defiende el sistema actual que da protección a todos los ciudadanos con indiferencia de su enfermedad, nivel socioeconómico, edad o procedencia a partir de un caso real que podria ser el de cuelquier ciudadano, “la necesidad de defender un justo sistema sanitario en tiempos de crisis es obligatorio y no puede ser cuestionado desde los interes particulares que podria penalizar a los más vulnerables”.