Asomado a la ventana de la realidad que nos asalta me empiezo a dar cuenta de que todo lo que nos rodea es una perfecta mentira. Asitos al últo suceso de la vida del Rey de todas las españas, del que ya se ha escrito todo (sus relaciones humanas, íntas, cercanas. Sus gustos y aficiones…) Mal momento eligió Su Majestad para irse a cazar elefantes.
Les Luthiers hablaban de la pillada a Afogutu (más o menos) la ‘escasez de rinocerontes’, en este caso se han sumado todos, ¡hasta la pícara tía Ganga!. Los republicanos, los bilduseros (colocando una bandera que representa el estado opresor en sus balcones), los monarquicos de Don Felipe y los de Don Juan, Don Carlos, Don Cayo… los monárquicos de ABC y, como no, la indomable María Teresa Campos, que hablaba con el biografo no autorizado del Rey, el señor de la Peñainfiel, y otros, y miles, y tertulias y la gran Rahola contando que Usted le había tocado la teta ‘Teta republicana’ grita la periodista/comediante.
Unos cuernos de elefante que han supuesto colocar a todo el país al borde de la locura. Todos hemos hablado y contado lo que nos ha venido en gana. Pero, el tema es muy serio. La cadera real es el punto en el que tiene que apoyar nuestra palanca para saltar ahora que estamos a tiempo.
Menos mal que nos queda el ministro De Windows para que venda lo bien que estamos al otro lado de Europa. Al fresquito, con la pra desbocada, las nubes. Por qué la Alemana no saca un conejo o un elefante de la chistera y nos coloca en el pelotón de cola y nos saca del de fusilamiento.
Desde mi ventana se ve el frío polar, las marchas y hambrunas, la locura… Todo se puede parar, que todo depende de nuestra voluntad… Me marcho a cazar moscas que es donde mejor se está.
pedro aparicio pérez
fontanero de la Comunicación
@pedroapa48
director de prnoticias.com