La presentación ha tenido lugar durante la ‘Jornada Sanidad Privada en Cataluña: Atando Valor’ inaugurada Boi Ruíz, Conseller de Salut de la Generalitat de Catalunya y organizada la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES) y el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS).
Casi dos millones y medio de personas tienen seguro sanitario privado en Cataluña, exactamente el 32,8% de su población. ”Este dato descubre que no es uno de cada cuatro sino uno de cada tres el número de catalanes que confían en el seguro privado para gestionar sus problemas de salud“. Este sector prociona empleo a más de 19.461 médicos y a otros 64.339 profesionales . “Sin lugar a dudas, estos datos son muestra del peso extraordinario del sector privado colaborando y ahorrando recursos al sistema público y generando empleo y riqueza en el conjunto de la economía”, ha explicado Lluís Monset, director general de la Asociación Catalana de Entidades de Salud (ACES), durante la Jornada Sanidad Privada en Cataluña: Atando Valor, que la entidad ha organizado en Barcelona conjuntamente con el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS). La penetración del seguro privado en Cataluña es la segunda más alta de todo el territorio nacional, con más de un 23% del total de asegurados.
Cataluña es la comunidad autónoma con más hospitales privados y mayor número de camas privadas. Además es la comunidad autónoma mejor valorada durante el ingreso hospitalario y en la atención en urgencias. Las elevadas cifras de oferta de sanidad privada son sin duda un marcador de satisfacción del usuario que elige la sanidad privada. Aun así, el IDIS quiso evaluar diferentes aspectos de la sanidad privada en el denominado Prer Barómetro de la Sanidad Privada que en Cataluña arrojó algunos datos de interés, como que la amplia cobertura de especialidades y profesionales es uno de los aspectos que más se valora y que alcanza el 8 en una escala de 1 a 10 entre los usuarios de la Sanidad Privada. “La valoración de la atención asistencial recibida durante el ingreso hospitalario alcanza el 8,8 y es la más alta de todo el Estado”, tal como ha explicado Lluís Monset. En este sentido, la atención y cuidados del personal sanitario y el tiempo que tardaron en ingresarle alcanzaron una valoración de sobresaliente. La relevancia de estos datos es obvia teniendo en cuenta que los participantes son usuarios críticos y exigentes, en el sentido de que pagan directamente los servicios que reciben.
Los resultados, de un alto valor cualitativo para el sector de la Sanidad Privada, constituyen una razón más para la complementariedad e integración con el segmento sanitario público. En palabras de Juan Abarca Cidón, secretario general del IDIS, “en el proceso de definición estratégica sobre el Sistema Sanitario actual deberían participar todos los grupos de interés y, entre ellos, el de la Sanidad Privada, que sigue atando valor y cumpliendo con un papel esencial en términos de calidad, innovación, eficiencia, solvencia y sostenibilidad”.
Propuestas de futuro
Aunque se puede contemplar de forma válida cualquier forma de colaboración públicoprivada, incluyendo las puramente financieras, “la verdadera colaboración públicoprivada es aquella que contempla el aprovechamiento de los recursos públicos y privados en base a la libertad de elección del paciente, como el doble aseguramiento o el modelo de las mutualidades”, añade el secretario general del IDIS. Abarca considera que estos modelos no solo tienen una calidad y una satisfacción contrastadas, sino que son la manera más eficiente de ahorrar costes y el uso de recursos al sistema público sin producir recortes a los ciudadanos.
Si bien el actual contexto de crisis económica ha obligado a las diferentes administraciones a adoptar medidas de efecto inmediato y políticas de austeridad, los datos presentados hoy en la Jornada muestran que es necesario plantear una agenda de cambios a medio y largo plazo que incluya reformas estructurales que afecten a muchos aspectos del sector sanitario. Y es que, cuando finalice la crisis, los problemas que venían generando déficit y desviaciones presupuestarias en el sector seguirán ahí: pacientes crónicos, sobreutilización de servicios, necesidad de incorar nuevas tecnologías, etcétera.
Por ello, es necesario llevar a cabo modificaciones estructurales que afecten, ejemplo, a la organización de la actividad asistencial y las compras, políticas de contratación de personal, nuevos criterios de colaboración con el sector privado, etcétera. “En este nuevo escenario, el sector privado puede ser un aliado fundamental del sector público y atar, a través de la colaboración, todos los avances en materia de organización, eficiencia, control de costes, integración de profesionales, etcétera.”, subraya el secretario general del IDIS.
En línea con ello, se hace necesario que la Administración central y las autonómicas se preocupen el sector sanitario privado y acepten el concepto de “complementariedad”, desarrollando, si fuera necesario, un nuevo marco normativo que defina mejor el papel del sector sanitario privado y establezca unas reglas de juego en planificación y relaciones a mediolargo. “Hasta ahora, las administraciones sanitarias han vivido de espaldas al sector privado y entendemos que esta situación tiene que cambiar afirma Juan Abarca. Así, al tiempo que ofrecemos nuestra colaboración a las autoridades, desde el Instituto reclamamos de ellas conociento, preocupación e plicación con el conjunto del sector, incluyendo el privado”.
Asismo, y dentro de sus planteamientos generales, el IDIS considera que los problemas de la sanidad son de tal envergadura y tan sensibles que es prescindible un acuerdo básico entre los principales actores del entramado de la salud para resolver los problemas en materia sanitaria. Un pacto la Sanidad en el que, además de las fuerzas políticas, también intervengan las diferentes instituciones y empresas públicas y privadas. Por últo, el Instituto apuesta un sector sanitario privado que pueda competir internacionalmente, una internacionalización que requiere para su desarrollo de cierta sensibilidad e pulso parte de las administraciones sanitarias.
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