Las televisiones autonómicas pasan quizás los peores momentos desde su fundación. En estos momentos la mayoría de sus directivos preparan duros planes de ajustes en medio de tímidos intentos de ceder su gestión a privados. Mientras sobreviven cada vez con menos ingresos después de que sus autonomías redujesen bruscamente sus presupuestos y de que su recaudación publicidad se redujese más de un 30% en lo que va de año.
Las previsiones de las agencias de medios son catastróficas para los ingresos publicitarios de las cadenas autonómicas. La Televisión ha caído una media de 17% en lo que va de año, pero las públicas lo han hecho muy sobre el 30%. Ya en el prer trestre la inversión se redujo 39% hasta los 34 millones de euros entre todas etas cadenas, una cifra que no ha mejorado a partir de abril y que podría traducirse en una recaudación global cercana a los 70 millones de euros en seis meses, muy debajo de los 90 millones que ejemplo recaudará Telecinco sólo en el mes de junio.
La situación es compleja considerando además que las subvenciones en las públicas han bajado drásticamente en el últo año debido a los desfases presupuestarios de las administraciones regionales. En 2010 las autonómicas ingresaron unos 1.100 millones de euros de los cuales un 78%% eran subvenciones, un 25% ingresos publicitarios y un 2% prestación de servicios. Si analizamos los datos de ese mismo año vemos que las autonómicas recaudaron unos 245 millones publicidad, unas cifras que según las previsiones más optistas podría caer en al menos 100 millones en 2012.
En medio de esta brutal reducción de ingresos, los directivos de cadenas como Telemadrid, Canal 9, Canal Sur o Castilla la Mancha TV han aplicado fuertes programas de recortes y en muchos de ellos ya se habla de ERE. El objetivo de muchas cadenas es adelgazar las estructuras para ajustar los costes, pero además para preparar las televisiones para una esperada cesión de su gestión a privados.
El problema es que a diferencia de lo que pasaba hace un par de años, ya ningún particular quiere hacerse cargo de una autonómica. Su elevada deuda, la caída de la publicidad y sus elevados costes fijos piden cualquier intento hacerlas rentables, incluso a pesar de las ventajosas condiciones ofrecidas en el últo proyecto del Ejecutivo en que se ha abierto la puerta incluso a la cesión de una señal y del cierre de las autonómicas más deficitarias.
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