Una correcta hidratación, junto a una alentación adecuada y una actividad física adaptada a las capacidades de cada individuo, son las bases de la salud, capacidad funcional y calidad de vida en las personas mayores, ya que ‘un menor consumo de alentos y bebidas y la menor actividad física suponen un grave deterioro físico y psíquico, morbilidad y mortalidad en los ancianos’.
Ésta es una de las principales cuestiones planteadas la Prof. Dra. Rosa Mª Ortega, en el IX Congreso de
Respecto a la tancia de una inadecuada hidratación en la práctica de ejercicio físico, la Catedrática y Profesora del Departamento de Salud y Rendiento Humano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del DeteINEF de
Una situación de deshidratación conlleva un marcado descenso de la capacidad de rendiento psíquico. En concreto, aún en situaciones de deshidratación leve de sólo un 2%, habilidades cognitivas cómo la coordinación visomotora, la atención, y la memoria a corto plazo quedan afectadas de forma inmediata, y en niveles superiores, desciende la capacidad de alerta y concentración, y aumenta el cansancio, la fatiga y la somnolencia. ‘Los cambios en la cantidad de electrolitos en el cuerpo producidos la deshidratación pueden alterar la actividad cerebral y otros sistemas que intervienen en el proceso cognitivo. Además, en un estado en el que no se tiene una ópta hidratación, la pérdida de líquidos conduce a la producción de hormonas de estrés, factor subyacente de los efectos negativos en la percepción, habilidad espacial y memoria’, explicó
Coincidiendo con la celebración del IX Congreso de
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