Hace poco decidos incorar los servicios de analítica digital a la oferta de la agencia. Debo reconocer que el prer feedback que recibos fue de extrañeza. ¿A santo de qué? ¿No os pilla muy lejos esto del Web Analytics? ¿Eso no es más una cosa de ianos?
Con la irrupción de los Social Media en los paradigmas de los departamentos de comunicación y relaciones públicas, nos adentramos, casi sin quererlo, en el complejo pero seguro mundo del análisis web. Complejo que –reconozcámoslo, la mayoría de los comunicadores no tenemos alma de contables –con todo el respeto para este gremio. Digamos que nos movemos más sensaciones, instintos y emociones que el frío dato. Lo esperado aburre y el entreteniento –el contar historias, es la salsa de la labor del comunicador.
A menudo nos refugiamos en el mundo de los intangibles, que ata magia a nuestra labor… y también incertidumbre. En la mayor parte de las ocasiones aún actuamos como magos o chamanes, más que como fiables burócratas. La ventaja de este posicionamiento es que cuando haces magia… ¡Ay, cuando haces magia! La desventaja es que en los tiempos convulsos e inciertos en que vivos, la barita y la chistera las solemos arrinconar salvo para casos desesperados. Y lo malo de los casos perdidos es que, la mayor parte de las veces, están perdidos y tienen difícil solución.
Los Social Media han traído la revolución industrial a los medios… Y a las empresas que de un modo u otro formamos parte del sector de los medios de comunicación.Y no sólo a la hora de producir los contenidos –o la noticia, según quien la haga, sino a la hora de gestionarlos, de diseminarlos, de extarlos. Los Relaciones Públicas abrazamos la llegada de las redes sociales que ahora podíamos hablar con más individuos, recibir más feedback y probar cosas nuevas. Porque nos permitían ser creativos en la concepción del mensaje y también en su modulación y su interpretación parte de los consumidores.
Pero en medio de la recesión descubros que, en últa instancia, la politica comunicativa en redes sociales podía pasar un nice to have. Por una bailarina en una caja de música: te alegra el día o la noche pero si un día se pierde, pues sólo se acuerda de ella el soldado de plomo.
Así que esta es nuestra particular revolución industrial: tenemos que seguir siendo creativos. Y eficientes. Y sabios cual chamanes. Y un poco magos.Y tenemos que saber analizar hacia dónde llevan nuestras historias. Quienes las consumen. Y si ese consumo mejora la marca para la que trabajamos. Y si esa marca vende mejor gracias a nuestra labor. Y todo esto es tangible. O debe serlo.
Jorge López MC es Vicepresidente para el Sur de Europa de la agencia LEWIS PR
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