¿El fin de El País? No, no es un nuevo gazapo de Twitter ni tampoco es la últa decisión de Juan Luis Cebrián. Lo que sí es cierto es que El País comienza a desaparecer sbólicamente de las mentes de sus directivos. La últa muestra la hemos visto estos días cuando el cartel con el logo de la cabecera ha desaparecido de su sede corativa para ser sustituido uno de Prisa Noticias.
Nunca una agen había sido tan reveladora. Unos operarios desmontando el logo de El País de la sede corativa del diario en la madrileña calle Miguel Yuste. El logo se mantenía inalterable desde la fundación del periódico hace 25 años y sólo había sido modificado para incluir la tilde en la ‘i’ a propósito del últo rediseño del diario.
El objetivo de la empresa es sustituirlo otro de iguales densiones de Prisa Noticias, la empresa que además agrupa a Cinco Días y a AS, los otros dos diarios del Grupo. Lo curioso es que este rebranding de la sede del diario se produce sólo semanas después de que se cerrara el traumático ERE que se cobró la salida de 129 profesionales con despidos de 20 días año trabajado.
Estos dos hechos son un duro varapalo para los trabajadores que se quedan en la cabecera, desnortados y sin confiar en sus editores, ven ahora como las prioridades incluso son quitar sbólicamente la propiedad de la histórica sede que desde la fundación del diario ha sido su casa. Expropiar a El País de la autoría de su propia sede es un golpe de efecto sicológico que pone en evidencia la estrategia en que el diario ya no es considerado el buque insignia de la compañía.
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