Después de un año, exactamente desde el día siguiente a aprobarse la Reforma Laboral, se planteó un ERE en la Radiotelevisión Valenciana (RTVV) que, a día de hoy, y ya habiendo salido 800 personas, no se sabe cómo terminará para los 300 que quedaban salir antes del 31 de agosto. Las últas informaciones indican que en el últo momento la Dirección podría salvar a 193 personas para no irse a negro el 1 de septiembre.
Este Expediente de Regulación está denunciado los sindicatos ante los tribunales, cuyo juicio previsiblemente se celebrará en septiembre con el posterior fallo del TSJCV para octubre. No obstante, la últa maniobra decidida en Consejo de Administración ha dejado sin palabras a todos los afectados.
La tarde de ayer el Consejo decidía aprobar una serie de pliegos para sacar a concurso las distintas producciones de RTVV pero, al hacerse mal y tarde, no habría tiempo material para tener resueltos los concursos que se dilatarían hasta, como pronto, diciembre. Con esta situación, y ante el temor de ir a negro, ayer tomaban una decisión que no ha dejado indiferente a nadie.
El Consejo decidía que de las 300 personas que quedaban afectadas el ERE, quienes debían abandonar la empresa antes del 31 de agosto, se salvarán 193, propuesta que ya hace un año hicieron los sindicatos para poder mantener las emisiones. Ahora, cuando ya han salido 800 trabajadores, de los que quedan seguirán 193, sin haber dado otunidad, denuncian los sindicatos, a los que se fueron.
La pelota está en manos de Inspección de Trabajo, a quien la Dirección ha consultado si les permite ampliar la ejecución del ERE hasta el 31 de diciembre, pero, de abstenerse de contestar o fallar en contra antes del 31 de agosto, la empresa volvería a hacer contrato indefinido a estas 193 personas que se quedarían en la empresa, lo que conllevaría la privatización de menos servicios.
La gente afectada el ERE se ha ido con 20 días año trabajado con un tope de doce meses, con unas cifras máxas, para personas que llevaban más de 20 años en RTVV, de 40.000 euros y otros que no llegarán a los 2.000 de indemnización.
Los sindicatos se alegraban de que se salvaran 193 personas pero lamentaban que se haga de manera precipitada, cuando esa solución la dieron ellos al inicio de las negociaciones, y, además, con el agravante de que son de los últos que se van, los 300, sin dar opción a los 800 que ya han salido la mala suerte de haberse ido antes según un criterio ‘subjetivo’ de la empresa que ha sido quien ha ido decidiendo el orden de salida.
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